[🔴REC]

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Todo comenzó en un día normal en el Sunny. Las olas chocaban suavemente contra el casco del barco, la brisa marina refrescaba el ambiente y los mismos nakamas de siempre—Luffy, Usopp y Chopper—jugaban en la cubierta. Sin embargo, tras varias horas haciendo lo mismo, comenzaron a aburrirse. 

—¡Esto ya no es divertido! —se quejó Usopp, tirando sus cartas al suelo. 
—¡Sí, debemos hacer algo diferente! —añadió Chopper, balanceando las patas con impaciencia. 
—¡Vamos a molestar a alguien! —propuso Luffy con su típica sonrisa traviesa. 

Los tres comenzaron a buscar a su próxima víctima. Sanji estaba demasiado ocupado coqueteando con Nami y Robin, Franky estaba entretenido arreglando una de sus invenciones, y Brook afinaba varios de sus instrumentos. Solo quedaba una opción: Zoro, quien dormía plácidamente bajo la sombra del mástil principal. 

—¡Perfecto! —susurró Usopp con malicia. 
—¡Vamos a pintarle la cara de payaso! —propuso Luffy con entusiasmo. 

Sin perder tiempo, se hicieron con pintura y comenzaron su obra maestra en el rostro del espadachín. Se aguantaban la risa mientras le dibujaban mejillas rojas, una gran sonrisa y una nariz colorida. 

Pasaron unos minutos antes de que Zoro despertara. Su instinto lo alertó cuando escuchó risas ahogadas a su alrededor. Entrecerró los ojos y vio a Luffy, Usopp y Chopper tratando de disimular su diversión. 

—¿Qué están haciendo? —gruñó con voz ronca. 

Los tres intentaron contener la risa, pero Zoro se frotó la cara con la mano y notó una textura pegajosa. Frunció el ceño y, al girar la cabeza, se reflejó en la ventana de la cocina. Su expresión se transformó en pura ira al ver su rostro cubierto de pintura como el de un payaso. 

—¡Luffy! ¡Usopp! ¡Chopper! —rugió poniéndose de pie de un salto. 

Los tres salieron corriendo antes de que Zoro pudiera atraparlos. La persecución los llevó por todo el barco hasta que, en su desesperación por escapar, se metieron en la recámara de las chicas. 

—¡Ahora sí los atrapé! —exclamó Zoro cerrando la puerta para impedir que huyeran. 

Luffy quedó acorralado frente al tocador de Nami. Justo cuando Zoro iba a darle un manotazo, Luffy esquivó y el espadachín terminó golpeando el espejo del mueble. Un sonido estruendoso llenó la habitación cuando el vidrio se astilló y cayó en pedazos al suelo. 

Por un instante, el silencio reinó en la habitación. 

—Oh no... —susurró Usopp con los ojos abiertos como platos. 

Zoro dejó de lado su furia y sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que ese tocador no era barato y que, conociendo a Nami, le cobraría una fortuna en intereses. 

Aprovechando la distracción, Luffy, Usopp y Chopper escaparon a toda velocidad, dejando a Zoro solo con la escena del crimen. Justo cuando estaba procesando lo que acababa de pasar, la puerta se abrió de golpe. 

Nami y Robin entraron, seguidas por un Sanji emocionado por verlas. Al ver a Zoro pálido y nervioso en la habitación, se detuvieron con expresión sospechosa. 

—¿Y tú qué haces aquí? —preguntó Nami con el ceño fruncido. 

Antes de que pudiera responder, sus ojos cayeron en el tocador destruido. El ambiente se tensó. 

—¡¿ZORO?! —gritó Nami con una vena latiendo en su frente. 

El espadachín tragó saliva mientras ella sacaba su libreta de cuentas. 

—Este tocador costaba 10 millones de berries. Pero como fuiste tú, con intereses incluidos, me deberás 20 millones. Y por cada día que pase sin pagar, la deuda aumentará otros 20 millones. 

Zoro sintió su alma abandonar su cuerpo. Sabía que si protestaba, la deuda solo aumentaría. 

—Está bien... —murmuró resignado, decidiendo que la única opción era trabajar en cualquier cosa en la próxima isla para pagar la exorbitante cantidad. 

Mientras Nami sonreía satisfecha, Luffy, Usopp y Chopper espiaban desde la distancia, tratando de contener la risa. 

—¡Valió la pena! —susurró Usopp, y los tres se alejaron corriendo antes de que Zoro decidiera vengarse. 

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Por fin estoy haciendo mi chamba, casualmente tuve exámenes durante 2 años 🙀
publicado 8/8/23
Editado 22/03/25