PARTE III. Recuerdos.

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- Fue por que me gustabas... Yongie - dijo con hostilidad. - Tenía que ser perfecto, en ese entonces yo creía que debía serlo porque tú lo eras, para mi eras completamente perfecto. Lo eras...

Lo eras... aquellas palabras perforaron mi débil corazón...

Apreté los puños de mi mano, aclaré mi garganta y le sonreí.

-Tú sigues siendo perfecto Seung Hyun. - le dije volteando a ver su rostro. - Seungie, sé que me guardas rencor, pero... sólo por hoy, recordemos nuestros mejores momentos, los extraño.

Él frunció el ceño, meditó un poco, y terminó asintiendo, causando en mi una gran sonrisa, mi pecho se lleno de calor y mis ojos se inundaron de lágrimas que no soltaría. Esto era lo que deseaba, quizás no logre que Seung regrese a mis brazos pero reviviremos nuestros momentos de gloria.

- ¿Recuerdas nuestro primer beso de verdad? No ese que me robaste frente a Jinwoo.

Me causo gracia verle fruncir el ceño pero retube mi risa. Aquél beso había sido muy tierno e inocente.

-Lo recuerdo.

•••

Tres días, tres días habían pasado desde la última vez que hablé con Choi Seung Hyun. Desde el día del beso, Seung me había estado evitando, sin embargo entre ratos podía sentir su mirada clavada en mi, intentaba hacerle frente pero él esquivaba la mirada mientras un sonrojo permanecía en sus pómulos.

Harto de esta situación, caminaba hacia la cafetería donde antes le habían visto. Sabía que yo le gustaba, por eso todo esto me parecería realmente estúpido. Con humo casi saliendome de las orejas iba a doblar hacia la derecha pero una fuerte mano sujetó mi muñeca, la persona que me tomó por sorpresa me aventó hacia la pared, solté un quejido cerrando los ojos por lo rápido que había pasado todo.

No hubo tiempo para reclamos, no tuve tiempo para reaccionar pues unos suaves labios estaban sobre los míos, abrí mis ojos sorprendido encontrando la hermosa tes de Seung Hyun, sus ojos estaban cerrados, pude ver de cerca sus espesas pestañas, sus labios no se movían y el tacto era sumamente suave.

Aligeró el agarré de mi mano cuando correspondi el beso, coloqué mis brazos alrededor de su cuello y él tomó mi cintura; sus labios se movían con calidez, me sentia flotar.

Nos separamos apenas unos centímetro para juntar nuestras frentes. Me perdí en su oscura mirada.

- Me gustas...

Aquella frase había sonado en su profunda voz, haciendo temblar mis piernas. Las mariposas de mi estómago revolotearon fuertemente causándome dolor estomacal y unas fuertes náuseas, ¿esto es enamorarse? Mi corazón golpeó fuertemente mi pecho al pensar en eso. Acerqué mi rostro a su pecho y le abracé tan fuerte, él acaricio mi espalda haciendo aumentar aquellos síntomas que indicaban claramente que estaba enamorado de hyung.

•••

Levanté mi rostro para observarlo, estaba sonriendo, aquellos hoyuelos se marcaban en sus mejillas haciéndome sonreír automáticamente, era como un imán, siempre atrayendome a él.

- También, ¿Recuerdas nuestra primera cita? - Le pregunté y su sonrisa creció.

•••

La cita perfecta, lo había planeado todo, un hermoso día de campo. Había planeado lo que comeríamos, de lo que hablaríamos y de lo que haríamos ahí. Lo que no había planeado era que unas espesas nubes grises se acumulaban en el cielo justo cuando yo estaba en la ducha. Cuando faltaban apenas 10 minutos para que Seung Hyun pasara a recogerme, se desató una lluvia torrencial.

Tú no eres un idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora