Tú no eres un idiota.

PARTE V. Final.

- Ya es demasiado tarde Yongie, me tengo que ir - Se acercó a mi rostro, contuve la respiración y beso mi mejilla, dejándome congelado.

Se levantó de la banca y comenzó a caminar sin voltear a verme. Yo, tenía ganas de correr tras él, decirle que le amaba y que regresara a mi lado, pero quizás fue el efecto de aquel inocente beso que me dejo adherido a la pequeña banca de aquel parque.

Choi Seung Hyun, desapareció de mi vista, le he vuelto a perder. Al igual que él, me levanté para irme a casa. Suspiré e intenté retener mis lágrimas, bajé el rostro para restregar las manos en mis ojos pero un objeto sobre la banca llamó absolutamente toda mi atención. Era un móvil, y no precisamente el mío. Lo tomé entre mis manos, esto significaba una sola cosa: Otra oportunidad para volverle a ver. En mis manos se encontraba una nueva oportunidad, volveríamos a encontrarnos, hablar por horas y quizás le convencería de estar conmigo de nuevo. Mis mejillas ya se encontraban entumidas cuando llegue a casa, en todo el camino aquella boba sonrisa había permanecido en mis labios. Acariciaba el móvil como si fuera el propio Seung Hyun. ¿Cómo no hacerlo? Era la oportunidad perfecta para encontrarnos de nuevo.

Después de entrar a mi departamento, me tiré a la cama con el celular a un lado. Pensé un buen tiempo a quien llamaría para que avisaran a Seungie que yo tenía su celular, opté por Sandara pero recordé que no tenía su número telefónico. Encendí la pantalla del móvil de SeungHyunnie, tuve un amargo sabor en la boca y un golpeteo doloroso en mi pecho, en su pantalla había una foto de él a lado de Jinwoo, Seung posaba su fuerte brazo sobre los hombros del pequeño hombre quien sonreía con las mejillas sonrojadas. Desbloqueé la pantalla sólo para encontrarme una foto de cuerpo completo de Jinwoo extendiendo un cono de helado hacia la cámara. Seung Hyun, ¿En serio te enamoraste de nuevo? No sabía si eran las ganas de torturarme o que demonios, pero había abierto su carrete de fotos. Tenía apróximadamente 500 fotos, en ninguna aparecía yo. Habían fotos de sillas, construcciones y obras de arte. Seung no cambiaba. Pero la mayoría en sí, eran de él con Jinwoo. Vi cada una de sus fotos juntos, sonreían, se miraban, se besaban y jugaban. Se veían tan enamorados que causaron unas terribles náuseas en mi, Seung no conservaba ninguna foto de nosotros juntos como lo hacía yo.

Lloré quizás por una hora completa, había vomitado tres veces y mis ojos ardían al igual que mi garganta, había sollozado tan fuerte sin miedo a desgarrarme las cuerdas vocales; mi cuerpo daba fuertes sacudidas, temblando como una hoja al intentar dejar de llorar. Volví a tomar el móvil y busqué entre sus contactos el único número que necesitaba, mi estómago se revolvió al leer el dulce sobrenombre como le tenía registrado aparte de que se encontraba en favoritos. Ya calmados mis sollozos suspiré y tosí para aclarar mi voz, apreté la pantalla donde marcaba "llamar". El timbre sonó tres veces.

- ¿Hyunnie? - una voz tierna y dormilona me contestó, sonreí. - ¿Sucede algo? Estoy durmiendo en casa de Dara-noona, pero si necesitas algo, puedo ir a casa.

- Oh, JinWoo-ah, lo siento no soy Seung Hyun - intenté no soltar una risa al oírlo retener la respiración fuertemente. - Disculpame por molestar a esta hora, pero hyung ha olvidado el móvil en mi recámara. Creí que estabas con él por que tiene una hora que salió de mi departamento, por eso te llamé para que le avisaras.

- Ah, y-yo le aviso Kwon Ji Yong, gra-gracias - tartamudeó en algunas palabras.

Colgué la llamada, me tiré de espaldas a la cama y reí fuerte hasta provocar un dolor en mi abdomen, poco a poco encogí mi cuerpo abrazando mis rodillas aún acostado y volví a llorar hasta quedarme dormido.