【𝕊┃𝔹 】 ||ʀᴇɴsᴜɴɢ||

Capítulo 6 II/II

La voz de Renjun justo detrás de él casi le hizo saltar fuera de su propia piel.

—Tienes que dejar de hacer eso, Renjun hyung —Dijo Jisung, dándose la vuelta en el sofá y elevando la mirada para encontrarse con los ojos de su ex mejor amigo. —En serio. Casi me da un ataque al corazón.

—Lo siento. Y siento haberte mentido, Jisung —Renjun se encogió de hombros —Yo no quería. Sólo estaba... Había estado negando lo que era durante tanto tiempo que era más fácil simplemente fingir. No debería haberlo hecho, debería haberte contado lo que era inmediatamente, pero cuando te conocí yo estaba tratando duramente de no ser esa persona. Y luego fue demasiado tarde.

—¿Demasiado tarde? ¿Qué quieres decir? —Preguntó Jisung. —¿Crees que yo hubiera dejado de ser tu amigo si hubieras salido del armario?

—Si sólo se hubiera tratado de decirte que era gay, lo hubiera hecho —Renjun le miró con seriedad. —Pero Jisung, para aquel entonces ya éramos compañeros de cuarto, y yo... Yo ya estaba enamorado de ti.

—¿Aún lo estás? —Jisung se puso de pie y rodeó el sofá para acercarse a su amigo. —¿Aún estás enamorado de mí?

Renjun frunció el ceño con tristeza.

—Ojalá no lo estuviera. Dios sabe que desearía no estarlo. Pero sí. No puedo evitarlo, Jisung. Lo siento.

—No, no te disculpes.

Jisung se acercó otro paso, sintiéndose como si estuviera siendo arrastrado por un imán. Después de toda una semana sin ver a Renjun, estaba hambriento de la cercanía del otro hombre. Era como si hubiera tenido el síndrome de abstinencia, y de repente consiguiera una dosis de lo que más necesitaba en el mundo

—Vine aquí para verte por última vez. Yo no... no podía irme sin decirte adiós.

Renjun bajó la mirada.

—Entonces adiós, Jisung. Espero que te lo pases bien en Seúl.

Se giró y comenzó a alejarse, y Jisung sintió cómo su estómago se revolvía.

¿Renjun realmente podía alejarse de él así, tan fácilmente?

¡Detenlo!, gritó una voz en su cabeza. Encuentra alguna excusa para sacarlo de aquí y regresar al apartamento. ¡Haz algo, no lo dejes marchar!

—Yo, uh, espera —Dijo Jisung, sintiéndose como un idiota. —Tú, eh, olvidaste algunas cosas en nuestro apartamento. Necesito que vengas por ellas para poder terminar de empacar.

Renjun suspiró y se volvió.

—Mira, Jisung, estoy bastante seguro de haber recogido todo lo importante cuando me fui, así que si tú lo...

—No, te dejaste algunas cosas, y no quiero dejarlas por ahí tiradas cuando me vaya. Vamos, Renjun. Sólo será un minuto.

Por dentro estaba tan tenso como un puño cerrado. No tenía ni idea de lo que iba a hacer una vez que Renjun estuviera de vuelta en su apartamento, sólo sabía que era muy importante llevarlo hasta allí.

Al final, para alivio suyo, Renjun asintió.

—Muy bien. Si es sólo por un minuto... —Miró a Doyoung. —Dile a Jungwoo que le veré más tarde, ¿De acuerdo?

Doyoung asintió.

—Claro. Tranquilo —Miró a Jisung. —Recuerda lo que te conté. —Le dijo, y salió de la habitación antes de que Jisung pudiera decir nada al respecto.

—Bueno, es un hombre enigmático, ¿No? —Le murmuró a Renjun. —Vamos, salgamos de aquí.

Estaba medio convencido de que Renjun cambiaría de opinión, pero para alivio suyo, su amigo se encogió de hombros y le siguió fuera de allí.