Capítulo 6 I/II

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—Vamos, Jungwoo hyung, ábreme, sé que está ahí, sólo quiero hablar con él.

Jisung golpeó en la puerta del apartamento de Jungwoo y Doyoung, exigiendo entrar. Había pasado casi una semana desde su pelea con Renjun, y no lo había visto desde entonces. Jisung había ido a un bar cerca de la Universidad para tratar de ahogar sus penas en alcohol después de su confrontación, y cuando había regresado a su apartamento a primeras horas de la mañana, su compañero de cuarto se había mudado por completo.

La televisión de pantalla plana no estaba, la ropa de Renjun había desaparecido, la cama estaba desnuda, e incluso los colgadores se habían ido del armario. Jisung había recorrido el apartamento semi vacío que había sido testigo de tantas sesiones de estudio, y fiestas, y abrazos de madrugada en su cama o en la de Renjun, y sintió como si fuera su corazón lo que Renjun hubiera limpiado y dejado vacío.

Había oído rumores de que Renjun había dejado sus cosas en un almacén, y se estaba quedando con Jungwoo y Doyoung, pero no fue allí de inmediato. En cambio, había decidido dar un tiempo a Renjun para calmarse y regresar a casa por su cuenta, lo que seguramente haría cuando se diera cuenta de que todo había sido un estúpido malentendido. No era como si Jisung no se preocupara por él, o no quisiera estar con él. Y no era tampoco que los dos no pudieran volverse un poco locos cuando las luces se apagaran y no hubiera nadie cerca. Después de todo, ¿Qué daño podían hacer unas cuantas mamadas y pajas?

Jisung había decidido no darles importancia. No puedes dejar que lo que hiciste a última hora de la noche, cuando todo estaba oscuro y silencioso, con unas cuantas cervezas de más, defina el resto de tu vida. Sólo porque le gustaba el sabor de los labios de Renjun, o porque le gustaba sentir la mano o la boca de Renjun en su polla, eso no le convertía en gay, ni mucho menos. Sólo era que le gustaba sentir cerca a su compañero. Lo que no podía entender era por qué Renjun tenía que hacer un gran problema de todo ello.

¿Por qué no podían continuar como compañeros de cuarto y amigos, con unos pocos beneficios añadidos? ¿Por qué tenían que anunciarle a todo el mundo que les gustaba dormir en la misma cama, y de vez en cuando, chupársela el uno al otro?

Todos estos pensamientos habían estado dando vueltas en su cabeza durante toda la semana, haciéndole casi imposible poder pensar en nada más. Lo había hecho muy mal en la mayoría de sus pruebas, alegrándole el hecho de haber sido ya aceptado en la Escuela de Farmacia. Si no hubiera sido así, hubiera estado hundido en la mierda, considerando lo que sus exámenes finales le habían hecho a su promedio escolar.

Pero ya se había cansado de pensar y de esperar que Renjun volviera en sí y regresara a casa. Era su última noche en el Campus. Todas sus cosas estaban ya empaquetadas, etiquetadas y cargadas en un camión de mudanzas que mañana conduciría él mismo hasta Seúl. Jisung no podía dejar de pensar que había suficiente espacio en la caja del camión para más cosas.

Si él y Renjun no hubieran tenido esa pelea estúpida, las posesiones de su compañero de cuarto también podrían estar allí, esperando el viaje a su nuevo apartamento y a su nueva vida. Por supuesto, Jisung no estaba muy seguro de cómo sería esa nueva vida, con Renjun insistiendo en que salieran fuera del armario y estuvieran orgullosos de ello, en lugar de mantener las cosas en secreto, pero estaba seguro de que podrían conseguirlo, de alguna manera.

Pero ahora no estaban logrando nada. En lugar de eso, él iba a estar conduciendo solo, buscando un lugar por su cuenta en vez de compartir el apartamento que Renjun había elegido para ellos, donde quiera que estuviera. Se asentaría, iría a la Escuela de Farmacia, y probablemente se casaría con alguna chica que su madre aprobara, y nunca más volvería a ver a Renjun.

Sólo que Jisung no estaba dispuesto a hacer eso. No, no sin ver a su antiguo compañero de cuarto y ex mejor amigo, al menos una vez más.

Esta noche era la fiesta de final de temporada del equipo de fútbol, la última fiesta de final de temporada a la que él acudiría jamás, y no quería estar allí sin Renjun. No quería irse sin mirar a los bonitos ojos de Renjun una vez más, sin escuchar su voz por última vez. El solo pensamiento de no volver a ver al hombre que había significado tanto para él durante los últimos cuatro años encogía el estómago de Jisung y ponía un nudo en su garganta. No quería que las cosas terminaran de esa manera. En algún lugar profundo dentro de él una vocecita le susurró que él no quería que las cosas acabaran de ninguna manera. Quería llevarse a Renjun con él a Seúl y vivir juntos como algo más que compañeros de piso, justo como su amigo había deseado. Pero eso era una idea absurda, y Jisung lo sabía.

【𝕊┃𝔹 】 ||ʀᴇɴsᴜɴɢ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora