Tu anillo no sale de mi dedo ||Minsung||

Capítulo 1

—Minho, no me digas que lo hiciste— Negó de forma reiterada, tomando a su amigo del hombro —Por favor— Su corazón amenazaba con salir de su pecho, sus manos temblaban tanto que le sorprendía la fuerza de voluntad que utilizaba para que sus piernas no cedieran.

—¿Y si lo hice?

—Minho ¿Lo hiciste?— Jisung estaba un tanto nervioso, no se le asomaba ni una mísera sonrisa, lo único que sentía era un temor enorme. Un sentimiento de perdida que generaba que su estomago se retorciera de forma escandalosa.

—No sé por qué te exaltas tanto. Pero si lo hice, le pedí matrimonio ¿Feliz?— Para Minho no era la gran cosa, se estaba casando. No era el fin del mundo o algo por el estilo, por lo que no entendía el rostro pálido de su mejor amigo cuando le comunicó la noticia. Quizás estaba enfermo. Intento tocar el rostro de Jisung pero este solo hizo una mueca antes de retroceder unos pasos. Respiro profundo, recuperando rápidamente la compostura.
Minho se casaba dentro de poco, en un mes su vida acabaría y el tipo que tenía enfrente solo le sonreía mientras esperaba ese algo que Jisung por supuesto le daría, porque era su amigo, el mejor.

—¿Y? Jisung ¿No me felicitaras?— Minho espetó al notar que su mejor amigo se encontraba en un estado bastante extraño incluso para el Jisung que constantemente se metía en problemas sin buscarlos —¿Jisung?— Insistió Minho ya desesperado —¿Me ayudarás? Necesito contratar...—La fecha de su boda se acercaba a pasos agigantados y aún no tenía ni la cuarta parte hecha, por no decir nada. Minho tomó sus manos para llevarlas al nivel de su rostro —Ayúdame. Por favor, te necesito.

—Yo tengo que salir— Jisung pronunció sin pensar en una mejor excusa. No quería ayudarlo, no quería ver que se casara, de hecho hubiera querido que la palabra matrimonio no existiera en el diccionario —Estoy ocupado, lo siento Minho— Buscó con desesperación su mochila negra, olvidando su chaleco que seguramente estaba en el cuarto, arriba de la cama.

Observó la puerta como si fuera lo único que podría ayudarle ya que necesitaba huir. En cualquier momento decaería y no sería nada bueno que su amigo lo viera. No podría pensar en una explicación coherente.

Pero que escapara no estaba en los planes de Minho porque apenas avanzó lo detuvo, sujetándolo del brazo —Jisung ¿Qué sucede?— Minho susurró y Jisung no quiso verlo — ¿Por qué no me quieres ayudar? Aún es temprano, se que tienes tiempo— Frunció el ceño.

—Es tu boda, no la mía.

—¿Es porque me casaré yo y no tú? ¿Es envidia? ¿De eso trata todo este alboroto?

—No— Jisung suspiró.

—¿Entonces por qué me estas evitando? No me estas mirando a los ojos Jisung. Joder, mírame de una maldita vez.

—Te estoy mirando— Jisung alejó su mano de un golpe y tiró la mochila de vuelta al suelo.

—Pensé que eras mi amigo. Pero si no quieres, esta bien— Levantó la mano en un gesto decaído —Da lo mismo— Obviamente no daba lo mismo, pero Jisung se comportaba de una forma tan extraña que podría terminar todo en una discusión. Y era lo que menos quería. 

Minho recogió sus cosas, no eran mucho mas que su mochila y el dinero para la transacción. Habían llamado de la tienda. Ya estaban listos los anillos.

—Minho yo soy tu amigo, mas que tu amigo, soy tu mejor amigo. Me importas.

Minho lo observó un momento y asintió. —Entonces acompáñame a buscar el anillo para mi boda— Jisung tragó duro —Acabas de decir que eres mi mejor amigo, y esto es lo que los amigos hacen ¿Apoyaras este paso que estoy dando? ¿Estas conmigo?