fools

26 4 0
                                    


A pesar de que se quisiera decirse que Louis sabía que nadie quería hablar con él y tal vez la razón se explicaba con que era y aún es; el mayor idiota del mundo.

Pero es que se suponía que las cosas fueran así, ¿no? Harry y él eran amigos, amigos que cogían y nada más. Ellos plantearon reglas desde un principio y juraron solemnemente no romperlas.

Pero entonces, Louis recordaba que justo luego de jurar bajo esas reglas se besaron y no de forma lasciva o sexual, fue un beso dulce que después los hizo reír mientras se quejaban. Porque ambos eran así, dos idiotas que fingían sentirse extraños cada vez que actuaban de forma cursi, pero que si no lo hacían se sentía, hasta cierto punto, incorrecto.

De todos modos Harry al final parecía haber sido más maduro que Louis y acepto sus sentimientos, se confesó, no de la mejor manera ni en el mejor estado pero había sido sincero. Y luego estaba Louis, siendo un tonto que simplemente había huido por miedo y el cual ahora era el malo de la historia ante sus amigos.

El timbre se escuchó y debe admitir que se emocionó, su corazón se aceleró y quitó la manta de encima de su cabeza para ponerse de pie y caminar hacia la puerta, tenía desde la mañana en el sofá lamentándose. Nunca lo iba a admitir pero una parte de él (todo él) quería que fuera Harry quien estuviera en su puerta, como siempre solía hacerlo cuando discutían por estupideces.

Pero cuando vio a Isaac sonreírle mientras agitaba un tarron de helado junto a una caja de pañuelos desechables su corazon solo se rompió un poco más. Isaac no dijo nada, solo se abrió paso a su departamento, sirvió el helado en silencio mientras él fue a su sofá nuevamente desanimado.

El rubio colocó los pañuelos en la mesita de café que Louis tenía en el centro y luego de todo soltó un suspiro pasándole su porción.

—No eres el bueno en el cuento —soltó tomando una cucharada de helado.

Louis sonrió, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, desvió la mirada a su helado de chocolate servido en una gran taza decorada con emojines que había sido regalada por Harry como una broma, Isaac no sabía pero le dolía mucho tenerla en sus manos mientras sentía el frío del helado a través de ella.

Él pensaba mucho por eso su cerebro le gritaba que era irónico, qué tal vez las cosas si se pondrían un poco frías de ahora en adelante.

—Ya lo se... —fue lo único que pudo decir con voz quebrada.

—Pero te gusta Harry —se quejó el más alto apoyando su rostro en una de sus manos—. ¿Estas enamorado? ¿Por qué no lo dijiste?

Si fue posible Louis inclinó su rostro incluso más haciéndole imposible al más alto ver su rostro pero era más que evidente que estaba llorando porque sus hombros se movían con fuerza y absorbía a cada segundo por su nariz.

—Porque... —el más alto hizo una mueca pasándole un pañuelo que aceptó con gusto. Seco sus lágrimas y sacudió su nariz antes de mirarlo—. Soy un imbécil. Solo, pensé qué tal vez Harry podría estar confundido y...

—Ahora dime la verdad —lo interrumpió Isaac negando—. Por favor Louis, escúchate, ¿Qué estás diciendo?

El castaño tomó una respiración apartando la mirada, ¿Qué debía decir? ¿Qué se suponía debía decir? ¿Qué era un idiota que realmente no sabe porque reacciono así? ¿Qué merecia lo peor y que Harry no debía perdonarlo?

Probablemente si.

—Louis, tú amas a Harry. ¿O no?

¿Él amaba a Harry? No iba a mentir, aquella pregunta había rondado en su cabeza desde hace mucho tiempo, se la había respondido y luego simplemente lo había negado.

friends and a little bit more | ˡᵃʳʳʸ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora