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Era un día tranquilo en la residencia DeSaulnier, era un día sábado, el clima se encontraba soleado, las aves cantaban melodías suaves por la mañana, era simplemente un día más.
El joven Dean se encontraba leyendo algunos libros sobre botánica, era aficionado de las plantas.
Sus padres se encontraban ocupados trabajando, su madre, cuyo nombre era Gisselle, era una reconocida artista, ese día se encontraba en una exhibición de arte, así que no llegaría hasta más tarde. Era una mujer amable y bondadosa, a pesar de que su apariencia siempre era fría y seria, era muy cariñosa.
Su padre, Pierre, era todo lo contrario a su madre, era un hombre severo y estricto, era dueño de una fábrica de dulces y confitería, bastante irónico conociendo su carácter.
Se podría decir que Dean había nacido en cuna de oro, porque así lo era, ¿Quería algo? solo tenía que pedirlo, ¿Quería compañía? solo tenía que llamar a alguna de sus nanas, ¿Quería comer algo rico? su chef lo prepararía. Así con infinidad de cosas que pudiera querer el más joven de los DeSaulnier.
Uno pensaría que solo sería un niño consentido bueno para nada, pero Dean era un chico muy inteligente, le gustaba estudiar y en realidad lo disfrutaba, su afición por la botánica había terminado por llenar estantes enteros de libros sobre flores, hongos, plantas venenosas, etc.
Además era un joven muy astuto, siempre salía con la suya. Hacía distintas travesuras y experimentos, tenía el entusiasmo de un científico loco, tanto así que llegó a romper el invernadero de su madre (cosa de la cual no hubo muchas consecuencias).
En la escuela era lo mismo, siempre obtenía lo que quería, era alguien muy ambicioso, quería tener todo.
Esa mañana el pelinegro se encontraba releyendo un libro de flores, a decir verdad las flores eran sus favoritas.
Estaba tan concentrado que no escuchó a su Nana llamarlo para tomar el desayuno, la mujer de 50 años tuvo que llegar hasta su habitación para avisarle.
— Señorito Dean, su desayuno está servido, baje a desayunar pronto o se enfriará — Dijo la mujer de pelos rubios.
— Nana!, voy enseguida, prometo no tardarme.
— Está bien — Dijo la mujer retirándose hasta que recordó mencionarle algo — Por cierto joven Dean, llegó una carta para usted por si gusta bajar a revisarla. — Y finalmente se fué.
Dean se quedó en su habitación confundido, ¿alguien le había mandado una carta? eso era raro, solo tenía un amigo en su colegio y nunca se mandaban cartas o hacían llamadas telefónicas.
Se apresuró para bajar a tomar su desayuno y a leer la misteriosa carta.
Al bajar se encontró a su Nana lavando y tallando algunos trastes, la saludó y se sentó en la gran mesa del comedor.
Comió apresuradamente y al terminar le preguntó algo a su Nana.— Nana Helena, ¿dónde está la carta que me llegó? — Preguntó ansioso.
— La dejé sobre la mesa de la sala jove— No pudo terminar su oración ya que Dean se había ido corriendo a su sala de estar.
Rápidamente vio la carta y la tomó para leerla.
"COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlin, Primera Clase, Gran Hechicero, Jefe de Magos, Jefe Supremo, Confederación Internacional de Magos).Querido señor DeSaulnier:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de un cupo en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Le adjuntamos la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su búho antes del 31 de julio.
Muy cordialmente,
Minerva McGonagall
Directora adjunta."¿Qué tipo de broma era esta?
Además de la extraña invitación a una escuela de supuestos magos venia una extraña lista de materiales.
¿Quién se atrevía a tomar a los DeSaulnier como tontos?
Dean se encontraba inmerso en sus pensamientos, ¿cómo podría contarles a sus padres sobre este extraño evento?
Duró todo el día pensando en el contenido de la carta, ¿realmente había sido invitado a ser un mago?, ¿era esto real?, no... su amigo le estaba jugando una broma. Sí, eso era.
¿Cómo era siquiera posible que existiera la magia? a la corta edad de 5 años el joven Dean ya sabía que la magia no existía, a los 9 años ya había analizado muchos trucos de magia y los había desmentido, y a sus 11 años estaba seguro de que ese tal colegio no existía.
Claro, sería tonto e infantil siquiera pensarlo.
¿Verdad?
...
Ante estos pensamientos el pelinegro se quedó profundamente dormido.
[ ✿ ]
A eso de las 9 de la noche su madre fue la primera en llegar a su hogar.
Gisselle se encontraba ayudando a Helena a preparar la cena cuando escuchó la voz de su persona más preciada.
— ¿Mamá?
— Dean, querido, pronto estará lista la cena, y tu padre no tarda en llegar, — Dijo la mujer. — ¿podrías ayudarme sacando los platos?
— Claro mamá — y así fue, Dean ayudo a su madre y Helena a terminar la cena.
Al cabo de 20 minutos había llegado su padre al fin, se encontraba algo tenso, había negociado algunos asuntos con una empresa distribuidora y fue bastante difícil llegar a un acuerdo.
Se encontraba algo molesto pero al ver a su amada esposa relajó un poco el rostro.
— Giss, he llegado — Dijo para después darle un cariñoso beso en la frente a su esposa.
— Perfecto, has llegado justo para la cena, ve poniendote cómodo, yo te sirvo la comida.
Usualmente era la Nana Helena quien servía la comida, pero algunas veces alguno de los padres de Dean tomaba la iniciativa de servir.
Dean estaba buscando el momento perfecto para poder mostrarles el contenido de la carta.
Sería después de la cena.
Todas los anuncios se hacen después de la cena (o también las malas noticias).
Claro, eso haría.
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Hola! muchas gracias por leer este primer capítulo, a decir verdad he querido escribir historias desde hace un tiempo, lo había intentado una vez pero jamás publiqué mis escritos.
Cómo es mi primer historia les pido un poquito de paciencia, sigo siendo nueva en esto jeje.
Estoy un poco bastante emocionada por compartir esto con ustedes.
Muchas gracias por leer hasta aquí, nos vemos en la siguiente actualización ! ! !
-Han
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ᴘʀᴇᴛᴛʏ ʜᴀɴᴅꜱᴏᴍᴇ ᴀᴡᴋᴡᴀʀᴅ || Draco Malfoy x MaleOC ! ! !
FanficDean DeSaulnier siempre obtenía lo que quería.