Primeras Veces (Ineffable Husbands)

Aziraphale

Inesperadamente, el ángel pelirrojo que una vez conoció dejó de existir, por lo que Aziraphale perdió un poco de ese brillo. Sin embargo, ese no fue el fin.

Quién diría, que aunque sus diferencias ahora fueran enormes, el demonio que una vez fue un ángel y que su nombre había cambiado a Crowley, seguiría apareciendo en su camino muchas más veces de lo que podría imaginar.

—Entonces... ¿estoy mintiendo ahora mismo a... Dios? —El ángel estaba nervioso, nunca había sido de las personas que fueran en contra de las reglas.

—Si es lo que te preocupa tanto, entonces te diré que no.

Gracias a ambos, Job y su esposa habían logrado tener a sus hijos con vida. Y los mismos.

—Eres un demonio, pero has hecho una acción muy noble.

—Cállate. No vuelvas a decir eso en voz alta.

Aziraphale llevó una mano a su pecho, cálido y agradecido.

—Gracias, Crowley.

Pensó que lo había perdido, aquel ser entusiasta del que había estado encantado, pero no era así. Detrás de su pinta de demonio sin consideraciones, seguía teniendo esa parte llena de cuestionamientos que lo hacían él. Conservaba su inteligente manera de ser.

Y como si fuera la primera vez, su pecho volvió a latir con felicidad.