Después de despedirse en la entrada de su casa, ya que el chófer de su jefe los había recogido al llegar al aeropuerto, sólo le había dicho el menor que tenía libre hasta el lunes mientras miraba la pantalla del móvil con una sonrisa.
Había notado un poco de molestia en su tono de voz, suponía que era porque no le había dado respuesta a la propuesta, pero iba muy en serio con eso de pensarlo (hablarlo con Sora) antes de aceptar.
No era algo fácil, ósea si, él quería pero no debía solo hacerlo y ya, seguro que cuando hablara con su hermana tendría todo más claro y menos miedo.
¿Qué pasaría si después de un rato alguno de los dos tenía sentimientos por el otro? ¿O si a él le gustará alguien? Que lo dudaba, llevaba rato soltero y nadie había llamado su atención, nadie excepto su jefe, claro.
Tenía que hablar con Sora. Le había mandado un mensaje avisando que ya estaba en casa, que la necesitaba y que viniera lo antes posible. La respuesta le llegó justo a las once y media de la noche, su timbre sonando constantemente hasta hacerlo levantar de la cama.
Fue a la puerta, iba a asomarse por la mirilla pero los fuertes gritos de Sora, le indicaron que no era necesario, y pasó a abrir.
-¡Quítate que me orino!
-Si, hola, buenas noches, ¿Te he despertado hermanito?- dijo sarcástico, pero su hermana no le escuchó porque se había ido corriendo al baño.
Cerró la puerta, y se fue al salón, se dejó caer en el sofá y abrazó el cojín, tenía sueño. Ella apareció al poco rato, y se sentó con él.
-Puff, ¿Qué hacías qué tardaste? Casi me meo encima.
-Dormir.
-Creí que quería que viniera lo antes posible.
-Claro, mañana.
-Ya, bueno aquí estoy, el chisme me podía más.
-Estas loca.
-¿Quién es el que se acostó con su jefe y está confuso? Tu, no yo. Fin.
-Basta- dejó caer la cabeza sobre los muslos de su hermana.
-Ya, ya, a ver cuéntale a tu alma gemela que te pasa.
Tomo aire y empezó a contarle de principio a fin, desde que habían hablado en el coche hasta lo de la propuesta que le había hecho Donghae, también le dijo que había sentido un poco de molestia en su tono de voz cuando se despidieron y le decía que tenía libre hasta el lunes. También le dijo que en realidad no tenía claro que iba a pasar, tenía miedo.
-¿Por qué no pude tener otra vez un jefe viejo y padre de familia que solo me viera como asistente?- lloriqueo.
-Ya, ya, te extrañe Cleopatra, es lo que hay.
-Pero...noona ¿y si me niego, se enoja y me corre?
-Lo demandas por despido injustificado – soltó una risita.
-¡NOONA!- grito.
-Puff no me dejas divertirme- bufo- no creo que lo haga, pero si creo que si no lo haces, el va a buscar a alguien más, y a ti te toca aguantar eso- se encogió de hombros- ¿Te causaría conflicto ver a Donghae con alguien más?
-No creo, es su vida, no la mía, además ha dicho que podemos estar con quién sea, solo si nos gusta alguien podemos parar- levantó los ojos para ver a su hermana- no me gusta más que sexualmente, aparte ha dicho que "solo la pasamos bien" .
Se quedó en silencio con los labios ligeramente fruncidos, Sora mirándole desde arriba analizandolo, hasta que la escucho resoplar. ¿Qué le pasaba ahora?
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Sí, señor
FanfictionHyukjae era un chico normal, estudiante de danza que trabajaba como asistente de empresarios por supervivencia, sin involucrarse de mas, hasta que conoce a su ultimo jefe, uno joven, que le enseña una nueva faceta en su vida. ¿que pasaria si dejamo...