Volvieron a la oficina, Hyukjae había dejado a su jefe en el estacionamiento para que este saliera por la puerta principal donde lo esperaba su chofer para llevarlo a casa. Espero en la entrada de la rampa del estacionamiento, verle subir al coche negro, con la mirada en el movil. El suyo vibro segundos después por un mensaje del menor donde le ponía "nos vemos mañana, estoy exhausto, sal cinco minutos después de que me haya ido".
Dejó de mirar el móvil para percatarse como el carro avanzaba, conectó el bluetooth al coche y marcó el número de su hermana; eran sobre las diez y media de la noche del lunes, seguro que estaba en casa de Heejin como siempre.
-Si, diga el asistente más guapo que el Sr. Lee pudo conseguir- respondió Sora haciéndole reír.
-Ridicula- se río.
-¡Oye!
-¿Dónde estás, con Heejin?- pregunto comenzando a salir del estacionamiento.
-Sip, ¿vienes?, Heechul dijo que viene para acá, con Yesung y su ligue, algo así.
-¿Hay reunión y no me he enterado?- jadeo ofendido falsamente.
-Si, reunión con jugos de caja y papillas- grito desde el otro lado Heejin, entre carcajadas.
-Ya, que rico, voy allá.
Colgó la llamada y se puso el reproductor, había quedado con Sora de hablar de lo que pasó en la tarde con Donghae, pero tenia tiempo sin ver a sus amigos, bueno más bien hermanos, Heechul y Yesung lo eran para él, de verdad le apetecía reunirse con ellos, aun fuera sin alcohol, aunque con Heechul nunca se sabía. No le importaba que trabajaran al otro día, si quería beber lo hacía, y si quería que él lo acompañará sabía que no iba a negarse.
Aparco frente a la casa de Heejin cuarenta minutos después, bajó del coche y avanzó hasta la banqueta, un grito pronunciando su nombre le hizo saltar en el sitio y mirar a la derecha, apenas logra distinguir un cuerpo corriendo en su dirección. Se había quitado las lentillas de contacto antes de ducharse y ya no se las había puesto. Esperaba que fuera un conocido. Supo que si cuando el cuerpo estuvo más cerca de él y este se lanzó a abrazarlo.
-Dalniiiiiim, te extrañe- Heechul le apretaba el cuello con fuerza, estrujandolo en un abrazo.
-Heehee- le beso la mejilla- yo también a ti.
Un peso cayó sobre ambos haciéndolos tambalearse unos segundos, y empezaron a reír, los tres.
-Yeye- grito Hyukjae.
-¡Dalnim!- se bajo de ellos y empujo lejos a Heechul para poder abrazarlo- cuanto tiempo.
-Solo ha pasado un mes, no seas drama.
-¿Yo dramas?- lo alejo tomándolo de los hombros- el dramas aquí eres tú.
-Espera, espera Yeye- Heechul lo apartó mientras miraba de arriba a abajo a Hyukjae- ¿Esos son chupetones?
-¿Chupetones?- se rió girando para ir a la puerta- no, para na...
-A mi no me engañas, esos son chupetones, ¿quién es la afortunada?
-No sé de qué hablas.
-A nosotros nos dices, escuincle- lo tomo Heechul de la muñeca antes de que llegara a la puerta.
-No es nada, algo puntual y ya- se giró a mirarlos.
-¿En Italia o aquí?
-¿Te follaste una italiana?- preguntó Yesung curioso detrás de Heechul.
-Aja.
-¿Aja que?
-Na...nada.
-A ver, mírame- Heechul lo jalo un poco para tenerlo de frente.
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Sí, señor
FanficHyukjae era un chico normal, estudiante de danza que trabajaba como asistente de empresarios por supervivencia, sin involucrarse de mas, hasta que conoce a su ultimo jefe, uno joven, que le enseña una nueva faceta en su vida. ¿que pasaria si dejamo...