DESAPARECIDA (G!P)

Epílogo

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Una promesa no siempre se cumple ni tampoco un juramento, a veces se convierten en falsas palabras con el tiempo. Siempre hay que saber el momento y los sentimientos que hay para hacer una promesa la cual podamos cumplir.

Pero únicamente esta promesa se puede cumplir si lo juramos con el corazón, si lo prometemos con el corazón, porque si estás promesas son hechos de verdaderos sentimientos haremos lo que sea para poder cumplir, pelearemos a capa y espada, piel y piel para poder lograrlo, pero no solo la promesa se debe de hacer de un lado, no, se deben involucrar ambas partes o las partes que hayan hecho la promesa, porque a veces luchar solo hostiga y mata, pero luchar juntos gana la guerra.

—¡Lisa, basta!—Rio divertida una rubia sintiendo las manos de su esposa sujetarla contra ella.

—¡Rosie, no vas a cargar eso!—Exclamó la ojiverde apretando sin demasiada fuerza para no hacerle daño.

—¡Lis Manobal, estoy embarazada, no discapacitada!—Reclamó sintiendo las manos de la pelinegra acariciar su abultado estómago.

—Lo sé, pero este bebé revoltoso te esta quitando mucho las fuerzas, no voy a arriesgarme que te pase algo—Murmuró sin soltarla, el abrazarla le proporcionaba calma, calor abrumante y una tranquilidad impresionante con solo tener el cuerpo de Rosé cerca.

—Tranquila, Lis, no va a pasarme nada—Tranquilizó girando ligeramente la cabeza para dejarle un suave beso en la mejilla.

—¡Mamá Lali, mami , mireeeen!—La pequeña gritó del segundo piso llamando la atención de sus madres.

La pequeña había empezado a llamar mamá a Lisa meses después de pasar juntas, estaban jugando como siempre y la pequeña quería llamar la atención de la mayor, ya que la mayor veía fijamente a su mamá que no le puso atención, originalmente quería decirle; Lali, como solía llamarla pero grito un fuerte "mamá Lali", Lisa todo ese día estuvo abrazando a la pequeña con una sonrisa tonta mientras Rosé grababa escondidas.

—¡Lili Lianne park de Manobal , ni se te ocurra brincar del segundo piso!—Gritó la rubia poniéndose un poco explica al ver a su hija subida en el barandal.

Por otro lado, la ojiverde mayor estaba con una sonrisa reprimida porque sabía que a la pequeña le gustaba mucho molestar pero si llegaba a saltar, caería el colchón que ya habían preparado.

—Lili —Con el sonido de su nombre la ojiverde menor soltó una carcajada y se lanzó del barandal.

Rosé tuvo que darse la vuelta y enterrar su cara del pecho de la mayor para soltar un chillido, después al aentir el pecho de la ojiverde agitarse por la risa, la golpeó justamente en el seno haciendo ahora que la ojiverde se riera entre quejidos.

—¡Ustedes me mataran un día!—Gruñó la rubia safandose del agarre de Lisa para entrar molesta a la casa, sabía que su hija estaba bien, puesto que las risas de la mayor debió haberse dado cuenta que todo estaba planeado.

—¡Rosie, amor, no te enojes!—La mayor dejó de reir al saber que el enojo de su esposa era verdedaro.

Hacía unos meses se casaron,  exactamente 2 meses después de que confesaran lo que sentían, el anillo que portaba Lisa , era un anillo de promesa, que también lo tenía Rosé y la pequeña. Aparte de que su boda se adelantó un poco debido a las exigencias de la rubia, puesto que se había enterado que estaba embarazada una semana después de que se hubieran acostado en su oficina, y la rubia no quería estar con la panza de embarazada en su boda y la opción era hacerlo después de nacimiento o antes, Lisa decidió que mejor antes, y de bonus podría atarla más rápido a ella.