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Rosé empezó a peinar a la pequeña pasaba sus dedos por cada mechón de pelo simulando un cepillo, la niña por unos momentos olvidaba el plan ante el placer que sentía cada vez que su madre acariciaba su cabeza, y cada vez cabezeaba más, sin embargo su rendición fue cuando su madre empezo a abrir y cerrar la mano sobre su cabecita, a lo que se le llamaba "piojito", según su madre.

Rosé se mordisqueaba los labios al sentir las suaves manos de la ojiverde tocarla y rozarla, pero no hacían más, y con más se refería con hacerle un masaje en la cabeza, como ella la está haciendo a su hija, pero Lisa se tomó muy en serio lo de solo peinarla.

¿Es que jamás había ido a una estética o algo?, porque ahí se daban el masaje de cabeza incluidos, pero pasaron minutos en donde la ojiverde soltó una exclamación baja y deshizo todo el peinado hecho.

-¿Qué sucede, Lisa, todo bien?-Sintió su corazón bombear fuertemente al preguntarle a la ojiverde, e inmediatamente se reclamó mentalmente puesto que parecía adolescente hablando con su crush

-Sí... Solo que... No me gustó-Murmuró deserredando el cabello de Rosé ¿Lili se durmió?-Cuestionó con una sonrisa al escuchar los casi inuadibles ronquidos de la ojiverde menor .

La rubia bajo la cabeza encontrando a su hija recostada sobre su estómago con la cabeza de lado y la boca semi abierta, seh. Definitivamente estaba dormida.

-Si, al parecer soy la mejor dando masajes de cabeza-Volteó a verla de reojo pero apenas sus miradas se encontraron, Rosé se volteo de golpe.

Sin embargo, de inmediato sintió la inhalación nada discreta de la ojiverde cuando sus dedos masajeaban su cuero cabelludo como excusa de acercarse más.

-Lisa, no me huelas-Rio sintiendo las manos de la mencionada tensarse-De seguro huelo a sudor...

-No es cierto... Hueles bien-Murmuró la ojiverde enterrando su cara en el cuello de Rosé  - Demasiado bien.

Rosé sintió la calida lengua de la ojiverde rozar su cuello haciéndola estremecer, con una de sus manos tomo el muslo de la ojiverde y apretó ligeramente.

-Lisa, no-Susurró al recordar que tenia a su hija entre sus piernas.

-Yo-yo... Lo siento-La ojiverde se separó de la rubia inmediatamente.

Rosé tuvo que morderse la lengua para contener el berrinche que quería escapar al sentir la perdida del calor del cuerpo que brindaba la ojiverde, y aun más cuando se levantó del suelo alejandose de ella.

-Voy a dejar a Lili a su cuarto, tú y yo vamos a hablar-Advirtió con seriedad a la vez que cargaba el cuerpo dormido se la niña y se levantaba.

-¡Yo la cargo!-Exclamó inmediatamente al ver a Rosé hacer esfuerzo.

-Por Dios, tranquila, no me pasara algo por cargar a nuestra hija-Mascullo acomodando la cabeza de la pequeña su hombro, la cual por inercia, y a pesar de estar dormida, acomodó su cabeza en el cuello y respiró inhalando el olor de Rosé ¿Qué se tienen las ojiverdes con olerme?-Cuestionó a ella misma caminando hacía las escaleras.

Lisa se quedó en el sillón sentada viendo a la mujer rubia subir las escaleras, e incluso se tuvó que sujetar de la manta que cubría el sillón para no levantarse y seguir a Rosé. Sin embargo en segundos su mente se ajustó y captó lo que había dicho la rubia ;

Tenemos que hablar.

¿Qué significaba eso?, ¿le diría que ya no podría estar más con su hija?, ¿le diría que tenía que irse?, ¿acaso finalmente le diría que estaba arrepentida y no podrían volver a tener algun acercamiento?, ¿tal vez lo contrario?, ¡pero le había dicho que no!, la mujer estaba tan perdida es sus pensamientos que no se dio cuenta que la rubia estaba frente a ella analizandola.

DESAPARECIDA  (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora