Shoko y Nanami ayudaban a bajar las cosas del hatchback rojo del peli-negro, mientras que Satoru se acomodaba en aquel sofá color crema junto a una chimenea de ladrillos en tono gris y blanco, a su lado estaba la carriola doble amarillo pastel y blanco donde dormían los primeros cachorros de la familia Geto, los cuales dormían plácidamente mientras los acogía el agradable olor de sus progenitores, el calido hogar de tamaño estándar con unos respetables dos pisos de altura era suficiente para que los nuevos miembros de la familia pudieran estar cómodos.La puerta del hogar fue abierta de un portazo que fue dado por Shoko, quien se hacerco con un cigarrillo en mano a los recién nacidos.
- Me alegro que no salieran tan feos como sus padres - dijo soltando una ligera risa tomando al menor en brazos, para después soltar el humo que acumuló del cigarro, siendo inmediatamente regañada por Nanami, argumentando lo malo que es para los pequeños el tabaco.
Suguru entró con el último par de maletas para sentarse en el sillón junto a sus amigos y su pareja la cual sostenía al pequeño nene que no paraba de restregar sus tiernas y regordetas mejillas en el pecho de su madre, el corazón del alfa con olor a café y tierra mojada se derritió ante la escena tan linda.
- Por fin en casa - soltó con cansancio el único omega en el lugar mientras se apoyaba en el hombro de su esposo.
Sin duda había sido una gran faceta todo el tema del embarazo, junto a su amado alfa lograron hacer que las cosas funcionarán, incluso con las objeciones de Suguru al no dejarlo que fuera a su trabajo y sus inagotables insistencias, pero todo valió la pena al ver esas adorables caritas
Ambos creían que sería sencillo cuidar de sus cachorros, pues aparentaban ser muy tranquilos el tiempo que estuvieron en el hospital, lamentablemente no pensaron que los despertarian en la noche. Ya que apenas unas cuantas semanas fueron suficientes para dejarlos abatidos.
Satoru fue el primero en despertar, algo asustado por sentir la intranquilidad en la que se encontraban sus bebés, Suguru en cambio se despertó por los movimientos de su pareja, algo adormilado noto como batalla para poder acomodar a los pequeños en su pecho para poder alimentarlos, tomó a su nene con suavidad acurrucandolo en su hombro, inmediatamente el bebé aferró sus pequeñas manitas en el cabello largo de su padre.
— Gracias — dijo el albino mirando de manera tierna a su esposo, este solo sonrió y con su mano libre acarició la mejilla pálida de su pareja mientras miraba como la hija mayor era alimentada.
Tiempo después, ya con ambos cachorros bien alimentados y haberlos hecho eruptar se acurrucaron uno contra el otro acunando suavemente a sus pequeños se propusieron dormir, con el suave aroma a malvaviscos y café inundando la habitación.
La mañana siguiente fue tranquila y calurosa, se despertaron temprano por culpa de los mellizos, en este momento el omega se encontraba cambiando a los bebés para salir de la cálida y acogedora habitación, si bien Satoru seguía en pijama no quería que sus cachorros se vieran desaliñados como el, o eso decía el, pues aun si se acababa de despertar se veía como si estuviera listo para ser coronado como la nueva miss universo.
Suguru salió de la ducha con solo una toalla cubriendo su intimidad, su marcado torso y brazos fuertes estaban expuestos ante los azulados ojos de su pareja.
— ¿Te gusta lo que ves? — soltó al sentir la mirada penetrante que se dirigía a cada parte de su tonificada figura.
— Oh, no sabes cuanto — el omega suspiro mientras cargaba a sus cachorros y los acunaba suavemente entre su cuello, donde su olor a malvavisco y ligero toque a café de a su alfa se acumulaba.
Se acercó peligrosamente hasta estar a centímetros de distancia, sus respiraciones se combinaban y se volvían una sola, la mano de Suguru se dirigió a la ancha cadera del contrario mientras la otra se escabullia delicadamente sobre la pálida mejilla, acariciando la con ternura que sentía depositando suaves besos en su frente.
Los cachorros se removieron incómodos, los pequeños pucheros se presentaron junto con ligeras lágrimas cristalinas que se asomaban por sus ojos morados, tan encantadores y penetrantes como los de su padre. — Parece que Sota y Oyuki se despertaron de malas — bromeó el omega.
Se separaron y Satoru dejó que su alfa se vistiera mientras él iba a preparar algo para desayunar. Ese mismo día los visitarían Yuki y Choso junto a sus cachorros, la pareja no habían tenido tiempo de visitarlos durante su embarazo, así que después de que la rubia le insistiera a su esposo finalmente accedió, pues no quería que ella maneja su moto a toda velocidad hacia Tokio como una desquiciada con sus hijos abordó.
Cuando el timbre sonó avisando de la llegada de la pereja Suguru se acerco para abrir, dándole entrada a una pequeña de cabellos negros atado en dos caletas bajas que pasó como Pedro por su casa pero la mano de su madre detuvo su andar y fue cargada como costal de papas, empezando a quejarse.
— ¡El esposo de Satoru! — dijo la omega rubia en forma de saludo, golpeando amistosamente al alfa mayor en la espalda, Choso simplemente se le quedó viendo sin saber que decir exactamente, pues no eran muy cercanos, no se llevaban mal pero nunca se hablaron más allá de un saludo, además de que se conocieron gracias a que Yuki y Satoru se volvieron amigos en el trabajo.
— Pasen, Toru esta en la sala — Yuki entró junto a su hija en brazos seguida de Choso que le dio un apretón de manos como saludo, cuando los dos adultos entuvieron dentro pudo notar la figura de un pequeño.
— Hola anciano — Todou, el hijo mayor de 12 años se acercó con una expresión indiferente, y sin esperar una invitación entró. El realmente no quería ir pero no tuvo de otra ya que no vivían tan cerca de Tokio como para que se quedará solo en casa.
Suguru simplemente le mostro una sonrisa algo fingida, no lo mal interpreten, el ama cuidar de los más pequeños, pero Todou siempre se metía en problemas por pelear con sus compañeros o cualquier ser vivo que tuviera enfrente, incluso con su hermana menor, estos dos siempre estaban discutiendo por la más mínima cosa.
˖ ★ ᆺ 𝗲𝘃𝗮𝗻geline : (๑-﹏-๑) 𖦆 !
Perdón por la tardanza, realmente no pensé que me tardaría tanto.
Bueno, aquí les traigo un nuevo capítulo y espero que lo hayan disfrutado.
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Ⳋ . lιtte ɓαɓιes 𐅹
Fanfiction꒰๑ '' ๑꒱ loves͟t͟a͟y̲ ゙ ★ donde Satoru y Suguru son los padres más amorosos del mundo ✦⠀ ׄ ੭