˙ . ꒷ 🍮 ραɾte 00:4 ꩜ .ᐟ

206 29 1
                                    


Un chillido hizo que Suguru se pusiera alerta, estaba desayunando en el comedor cuando escucho un golpe seguido de un llanto provenientes de la planta de arriba donde su omega y cachorros dormían, lo que hizo que subiera lo más rápido que posible.

— ¡Bebé! ¿Estas bien? — Dio un portazo entrando en pánico, listo para encontrarse lo peor, aunque solo vio a su omega hecho bolita en medio de la cama sollozando, con sus bebés aún dormidos en su cuna junto a la enorme cama matrimonial que Satoru tanto había insistido en comprar.

— ¡Suguuu! — Chillo el albino abalanzándose contra el alfa — Engorde, ya no puedo ponerme el pantalón que me compraste — lloro aun más fuerte acurrucándose en los brazos del contrario.

Suguru quedo en blanco, ¿su omega lloraba como Magdalena por algo tan natural en los omegas al tener cachorros? Respiro ondo, tratando de comprender a su pareja.

Satoru siempre había sido delgado, llegaba a ser algo problemático ya que no comía lo suficiente y muchas veces simplemente no lo hacía, las cosas cambiaron cuando empezó a salir con Suguru quien lo apoyó y ayudó a poder tener una dieta balanceada que no solo consistiera en solo dulces y aire.

Ahora que ya habían pasado diez años de eso y tenían dos cachorros era evidente que Satoru ganaría peso, sus brazos y piernas se habían vuelto regordetes y de su cadera para abajo se había ensanchado, cosas normales en un omega saludable.

— Esta bien Toru, es normal que hayas ganado un poco de peso pero te sigues viendo igual de hermoso — Suguru intento ser cuidadoso con lo que decía, cualquier cosa que sonora mal haría estallar en llanto a su omega y realmente no quería eso.

— No es cierto, dices eso para que no me sienta mal — Satoru apretó su carita en el cuello del alfa para no mirarlo a la cara, el sabía que Suguru nunca diría algo para lastimarlo y tampoco le mentiría, es solo que desde que quedó en cinta había estado demaciado sensible en todo aspecto, desde el hecho de que no le gustaba que Suguru se fuera a trabajar hasta no poder soportar el aroma de cualquier otro que no fuese su alfa y eso le hacia querer llorar de la impotencia al experimentar algo tan drástico como lo eran estos nuevos sentimientos.

Suguru suspiro — ¿Qué tengo que hacer para que sepas que no me importa tu peso? Haré lo que sea — Apretó el cuerpo del albino lo más cerca que pudo.

— Bésame — Lloriqueo Satoru acercándose más a su boca. La calentura del ambiente empezó a elevarse, de unos besos cortos y tiernos comenzó una lucha picante, las manos de ambos subían y bajan por sus cuerpos en busca de más contacto, hacía tanto tiempo que no se tenían de esta manera que hizo que la adrenalina les erizara la piel.

Suguru tomo las largas piernas y las posicionó a los costados de su cadera, simuló pequeñas embestidas rozando su entrepierna aún cubierta por su pantalón sobre la pequeña mancha que comenzaba a notarse el las bragas azul pastel con rayas blancas y un tierno moño en la parte de enfrente.

— Suguru, te necesito — rogó con la carita roja de vergüenza, el nunca fue de mostrarse de esa manera a ninguna otra persona, nunca pedía las cosas por favor y mucho menos se dejaba pisotear por nadie, pero carajo, Suguru lo tocaba, miraba e incluso le hablaba de una manera que lo hacía querer tirarse al piso y llorar por más.

Seguían sin despegarse del beso, demasiado atraídos el uno por el otro para preocuparse por la falta de aire, dispuestos a continuar más haya se fueron deshaciendo de sus ropas, ambos estaban demasiado excitados listos para tener un momento de intimidad.

Hasta que dos pequeños llantos los interrumpieron, Suguru resignado soltó a Satoru que solo pudo hacer un puchero e ir por sus bebés, los cargo y acurrucó de manera que estuvieran cómodo, acercándose al regazo del alfa para poder tranquilizar sus hormonas.

Los alimento mientras era tranquilizado por Suguru, que le daba becitos en la nuca y le decía lo hermoso que se veía cuidando de sus cachorros.

Los alimento mientras era tranquilizado por Suguru, que le daba becitos en la nuca y le decía lo hermoso que se veía cuidando de sus cachorros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

˖   ★   ᆺ  𝗲𝘃𝗮𝗻geline    :   (๑-﹏-๑)    𖦆    !

Se que me tomo mucho tiempo actualizar pero por fin pude, una disculpa si esta un poco apresurado y les informo que trataré de traer por lo menos un capítulo cada mes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ⳋ   .            lιtte ɓαɓιes    𐅹 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora