#𝐑𝐄𝐅𝐋𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒| one shots. tom kaulitz★ Summary; luego de que sucediera algo entre tu y tom, el confiesa su enamoramiento hacia ti.
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Te encontrabas sobre la cama, preguntándote qué diablos había sucedido la noche anterior. No podías creerlo en absoluto, no querías creerlo.
No podian haber tenido relaciones, eran mejores amigos, eso no debía de haber sucedido.
Tom yacía a tu lado, con la cara aplastada contra la almohada mientras se recostaba sobre su pecho, las sábanas blancas cubrían la mitad inferior de su espalda. Sus ligeros ronquidos llenaron la habitación, una señal de que estaba jodidamente inconsciente. Y dabas las gracias a Dios por eso, no tendrías ni la más mínima idea de que decirle si se despertaba.
Te levantaste de la cama y buscaste tu ropa que estaba esparcida por el suelo. Una vez que te colocaste tu ropa interior, buscaste tu maldito vestido. Cuando finalmente lo encontraste debajo de la cama, te lo colocaste dándote cuenta de que tenía un desgarro en el costado. Te ocuparías de eso más tarde, ahora solo estabas concentrada en salir del departamento.
Agarraste tus tacones de la noche anterior y comenzaste a caminar descalza hacia la puerta.
Tu mano se aferró sobre la manija de la puerta, lista para salir del lugar, sin embargo, escuchaste una voz detrás de ti que te hizo detenerte casi al instante.
─── Tienes la mala costumbre de huir de las cosas que no te gustan, ¿verdad? ─── Tom dijo su voz matutina era ronca, lo que lo hacía parecer más atractivo para ti. Te quedaste frente a la puerta, sin querer enfrentarlo.
─── sí, ¿qué ahí con eso? ───
─── Date la vuelta, linda. ───
Dios, no querías. Pero no pudiste evitar cumplir con sus orden, giraste tu cuerpo para quedar frente a él, que se encontraba de lado observando te con una sonrisa.
─── Parece que tienes prisa, ¿adónde vas, descalza? ───
Te miraste los pies y sintiéndote avergonzada.
─── lejos de aqui. ───
El levantó una ceja, divertido por tus palabras, apesar de que ni siquiera te atrevias a mirarlo.
─── ¿De verdad? ¿Por que quieres irte? ─── pregunto Tom, ansioso por escuchar qué excusa tonta se te ocurriría en tan poco tiempo.
─── No lo sé. Solo tengo ganas de irme. ─── murmuraste, tus ojos recorriendo la habitación. Hasta ahora, habías mirado a todo menos a él.
Levantó un brazo y te hizo señas con dos dedos para que se acercara, ─── ven aquí, siéntate a mi lado. Eres mi mejor amiga, ¿verdad? ───
