Capitulo uno

235 19 4
                                    

No sabría decir en que momento deje de ver a Sanji como un amigo o como un sujeto de coqueteo molesto, puede que nunca lo hubiera visto de esa forma para empezar. El hecho de saber que le atraía también me inflo el ego de una forma que me hizo posar mis ojos en el un momento, y eso fue suficiente para darme cuenta que no solo le atraigo yo sino cualquier humano del genero femenino. 

Decepcionante. 

Desde ese momento supe que no debía involucrarme con el bajo ninguna circunstancia, pero mantener esa decisión se ha vuelto cada vez mas difícil con cada día que pasa desde que navegamos... y al mismo tiempo no. Las veces que estoy a punto de caer o dejarme llevar se las arregla para hacer algo que lo arruine todo, como cuando decidimos llevar a Vivi a Alabasta y nos coqueteaba a ambas al mismo tiempo, situación que se repite ahora con Robin.

Ya no se ni por que me molesto, por que pierdo mi tiempo pensando en eso cuando el resultado es el mismo. ¿Por que habría de enamorarme de alguien que no dudaría en serme infiel de tener oportunidad? Y, aun sin tener oportunidad, buscaría una. No, no tengo cabeza para eso ahora.

Checo el log pose, el cual apunta directamente hacia el frente, cruzo los brazos mirando hacia la espesa niebla azulada que nos limita la visión de lo que hay al otro lado. El clima es húmedo, como si estuviera a punto de llover, el viento hace bailar mi cabello y veo a cubierta ubicando visualmente a mis compañeros por si una tormenta inicia de repente todos estén a la orden.

Luffy, al frente como siempre hablando disparates con Usopp y Chopper.

Zoro dormido en un rincón con los brazos cruzados y sus tres catanas a los lados.

Robin está leyendo como de costumbre y...

Puedo escuchar el sonido metálico de unas ollas chocando suavemente entre sí lo que me lleva a pensar en aquel que las mueve de un lado a otro mientras tararea alguna canción relacionada con restaurantes, ya casi es hora de almorzar por lo que obviamente Sanji iba a estar en la cocina preparando cual sea la delicia que se le ocurrió hoy.

¿Cuándo fue que me empecé a poner nerviosa por su presencia?

No estoy segura, fue hace tanto tiempo que ya no lo recuerdo con exactitud. No recuerdo como se sentía no estar todo el tiempo anhelando a alguien, tampoco recuerdo la primera vez que sentí la intensa necesidad de mantener la distancia pues de acercarme mucho podría hacer algo imprudente aunque ya se volvió costumbre. No recuerdo como era cuando no lo conocía, en ese entonces, ¿En qué pensaba cada segundo del día? ¿Qué me ponía nerviosa? ¿Qué me daba vergüenza con la simple idea de imaginarlo? Nada, seguramente. Ojala pudiera ser así ahora.

Nos adentramos en la niebla, le doy un vistazo verificando su cercanía antes de estar tan profundo que no logro divisar a ninguno de ellos. Luffy, Usopp y Chopper se han callado, de seguro impresionados por la niebla, por lo que reina un silencio que se entremezcla con el sonido apacible del mar pero que ahora me genera desconfianza. Apenas logro divisar el contorno del mástil aunque está muy cerca.

.- Oye Luffy, sube y dime que ves.- Le pido en voz lo suficientemente alta para que me escuche.

.- ¡Sí!- Le escucho responder, al poco tiempo escucho algo raro en la punta del mástil por lo que supongo que ya está ahí.- ¡No veo nada! ¡Todo está cubierto de esta odiosa niebla!

Verifico el log pose. Sigue apuntando al frente, no sé cuánto tiempo nos tardemos en atravesar esta niebla pero es bueno saber que no hemos perdido el rumbo ya que virar a cualquier dirección seria una pesadilla con este tiempo.

Una pequeña flama se enciende a un metro a mi derecha, la cual es lo único que me permite reconocer la presencia de Sanji cuando se acerca la flama al cigarrillo que trae entre sus dientes dejándome ver brevemente su rostro. Cuando la flama se esfuma, lo único que puedo ver de él es la punta del cigarrillo que se consume lentamente.

La isla de las mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora