Capítulo siete

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Antes de que Farlan Hunter tomara el poder de la Isla de las Mentiras, cuando se llamaba Liebant y era conocida tanto por su turismo como por sus talentos artísticos, la villa de las afueras donde ahora residen los rebeldes solía ser una de las principales atracciones turísticas de la región. Reconocido en especial por un ostentoso restaurante donde se servían deliciosos platillos de los cuatro mares, prestaban entretenimiento en su bar con obras de teatro presentadas por los locales y presentaciones musicales infames. Sin embargo, cuando el despiadado hombre llegó al poder, Liebant se convirtió en un baño de sangre acabando con la reputación del sitio al atestarlo de violencia, delincuencia y miseria.

El Red Hot Grill pasó de ser un sitio emblemático a un edificio abandonado que solo fue rescatado cuando la resistencia se asentó en la villa convirtiéndose en el hogar de su excéntrica líder Lina Lynn Morgan. Pero eso no es todo, tal parece que la rubia trabajaba aquí antes de que quebrara y por eso tiene conocimiento de una bodega oculta en el sótano secreto del restaurante. Permanezco cerca de Sanji mientras bajamos las escaleras, viendo a mis alrededores las paredes estrechas de piedra recubierta de una especie de gamuza roja y con velas en el techo cuya iluminación escasa solo funciona para darle un aire provocativo al lugar. Huele a incienso y también un poco a polvo, con diversos cuadros en las paredes de ilustraciones de mujeres semi desnudas posando sensualmente.

Seguimos a la rubia a través de las escaleras, acompañados también de Lana quien fue llamada una vez concretamos la alianza.

- ¿Que es ésto? ¿A dónde vamos?- Cuestiona Luffy mirando sus alrededores.- ¿Por qué está tan oscuro?

- Hace mucho tiempo, este pasadizo oculto llevaba a un harem de damas de compañía.- Responde Lana dándole vistazos de reojo a Luffy quien ni siquiera se da cuenta.

- ¿Damas de compañía?- Cuestiona el hombre a mi lado con evidente interés. Aprieto la mandíbula.- Incluso puedo imaginarlo.

Mira al techo como un maldito pervertido, la sangre que sale disparada de su nariz delata la naturaleza de sus pensamientos y está tan enfocado en su fantasía que ni siquiera se da cuenta cuando suelto mi agarre de su brazo, dejo que se adelante unos pasos quedando junto a Robin.

- Cuando Farlan Hunter se volvió alcalde y empezó a causar desastres, también se llevó todas las damas de compañía a prestarle sus servicios personalmente en el Capitolio. Pero nunca pudieron descubrir éste pasadizo, así que ahora lo usamos como bodega para nuestras armas.- Cuenta orgullosamente ubicándose junto a Luffy, acercándose un poco a su oreja.- ¿No te parece interesante?

Luffy voltea a verla, quedando hipnotizado con su rostro sin decir absolutamente nada. La atención cohíbe a la chica, se sonroja y vuelve a ver al frente tomando distancia pero Luffy no deja de verla ni un instante.

Las hermanas Lynn desprenden un magnetismo interesante, donde se paren es imposible no notar su presencia. Luffy lo dijo cuando la conoció, no podía despegar sus ojos de ella y solo hasta que se acostumbro a su presencia pudo darle atención a otras cosas. Aunque para todos es muy evidente que a Lana le gusta esa atención de parte de nuestro capitán, a éste se le escapa que es porque tiene un interés particular en él. O tal vez si se dió cuenta pero no le importa.

Sanji ve a su lado extrañado, voltea encontrándome junto a Robin. Me mira fijamente como esperando una explicación o que vuelva a su lado, pero recordar su cara de pervertido me asquea así que me quedo donde  estoy mirando al frente con  la barbilla en alto ignorándolo.   

La morena se acerca a mi oreja.

- ¿Ocurre algo, Nami?- Pregunta con preocupación. Es entonces cuando noto la cara de perro que traigo, la cual compongo inmediatamente. Siento la mirada de Zoro en mi nuca lo que me recuerda sus palabras esta mañana en la playa.  

La isla de las mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora