Los meses que le siguieron, Shoto se tuvo que acostumbrar –no, mejor dicho, resignar- a su nueva cotidianeidad.
Había cosas buenas, y también malas, reconocía.
Una de las cosas buenas es que pudo salir finalmente del closet por completo.
Sí, bajo la mirada desaprobadora de Katsuki, que por encontrarse en falta no podía reclamar nada al bicolor, Shoto se sinceró respecto de su orientación sexual con sus amigos y ex compañeros.
Recuerda que Izuku le dio unas palmadas en el hombro y una mirada que emanaba "Ya lo sabía y era hora de que lo supieran todos". Por otro lado, Kirishima se acercó a darle un fuerte abrazo:- Aceptar quién eres es lo más varonil que he visto, Todobro.- Esas palabras hicieron sentir realmente muy mal al bicolor por haberlo tratado de homofóbico durante tanto tiempo.
Y por supuesto, no faltó el:- ¡Vaya! Si lo hubiese sabido antes...- de Denki Kaminari, que fue interrumpido no solo por un codazo de su novia Jirou, sino también por otro de su exnovio Shinso.
Otra de las cosas buenas era que seguía viendo casi a diario a Katsuki.
Lo malo fueron las condiciones que cambiaron.
A pedido del cenizo, Shoto dejó de ir a su apartamento ya que podría verlo Camie o algún reportero que lo seguía para entrevistarlo desde su salida del closet.
Era ahora Bakugo quien casi todas las tardes viajaba hasta la casa del bicolor para estar con él.
Pese a toda la situación que le parecía una basura, ya que Shoto ansiaba que el cenizo pudiera sincerarse como lo hizo él y vivir plenamente su relación... Todoroki amaba el tiempo con Bakugo.
Amaba el momento en que preparaban la cena juntos.
Amaba lo mucho que se burlaba de lo malo que era en la cocina (aunque haya mejorado muchísimo los últimos años).
Amaba verlo insultar a los reporteros cuando veía las noticias.
Amaba como le hacía el amor.
Y lo que más había comenzado a amar, era escuchar a Katsuki hablar de su futura vida en Australia.
- Las playas allí son de lo mejor halfie, ya quiero verte surfear.
- ¿Cuándo iremos?
- Pronto.
Y así fue como, cada charla después del sexo, mientras ambos abrazados hablaban y reían sobre sus futuros planes, Shoto convirtió en su sueño el poder ser libre en Australia. Poder vivir el amor a la vista de todos.
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- Escucha Sho, he encontrado la casa ideal. No, nuestra casa. Es perfecta. La amarás.
- ¿Puedo verla?
- No, será una gran sorpresa. Pero falta muy poco, estoy haciendo todos los trámites para comprarla.- Dijo el cenizo antes de besar la frente del bicolor, dos días antes de la boda de Izuku y Occhako.
Y durante esos dos días previos, Katsuki no fue a casa de Shoto.
" ¿Irás a la boda de Izuku, verdad?" Le escribió el bicolor.
"Sí, te veré allí" Le contestó secamente el cenizo diez horas después.
Shoto tuvo nuevamente un mal presentimiento.
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La ceremonia había sido de los más conmovedora. Todoroki pensó, mientras miraba a los novios, que no había personas más destinadas a estar juntos que ellos dos... bueno tal vez si, pensó mientras se sonrojaba y miraba de reojo a Bakugo que estaba con un semblante de lo más serio y a su lado estaba Camie.
En algún momento Shoto se preguntó si debía odiarla. Luego de darle vueltas al asunto por algunas horas decidió que no. Que, al igual que él, simplemente estaba enamorada.
Luego de la ceremonia llegó la fiesta. Y el peor momento de su vida.
Todos bailaban y hablaban. Shoto pudo ver como Camie muy entusiasmada conversaba con sus ex compañeras de U.A. hasta que escucha esa voz que tanto ha provocado en él decirle: - Sho, vamos a hablar un poco afuera.
Sin responder, le sigue a Bakugo por unas escaleras del salón hasta la terraza. Se pregunta cómo el cenizo estaba al tanto de ese lugar.
Ambos están parados allí mirando las luces de la ciudad en una noche de primavera. Habían transcurrido alrededor de cinco minutos y el rubio no había emitido palabra alguna.
- ¿Por qué estás tan serio? ¿Hubo problemas con el préstamo, con la compra? – Quiso romper el hielo el bicolor algo ansioso, al mismo tiempo que se acercaba lentamente al otro.
- Va a tener un bebé – Dijo, finalmente, Katsuki sin dejar de mirar las luces de la ciudad o más bien, sin querer mirar a Shoto a la cara.
El bicolor tardó unos minutos en procesar lo que el otro le estaba diciendo. No es tonto, en más de una ocasión le había preguntado a Katsuki si tenía sexo con Camie. La respuesta siempre había sido la misma:- Sho, ¿Realmente quieres saber eso? – Lo cual nunca había sido una negación.
Estaba empezando a romperse por dentro, pero aún tenía la esperanza de que no fuera así.
- ¿De qué me hablas, Kats? – Pregunta inocentemente. Y Bakugo no puede sentir más culpa en su ser.
- Me casaré con Camie – Responde firmemente el cenizo mirando a Shoto a los ojos. Puede ver la desorientación en los ojos dispares del otro, pero duda que el inocente bicolor pueda ver el desgarro en el alma reflejado en los suyos.
Un silencio de aproximadamente diez minutos invade la terraza de esa templada noche.
Shoto al fin entendió. Y siente que va a desfallecer en cualquier momento:- Entonces creo que deberíamos dejar de vernos.- Le comunica al otro, antes de salir de la terraza y de la fiesta. Nadie noto su marcha ya que estaban lo suficientemente ebrios como para notarlo.
Pero en el aparcamiento, antes de entrar a su coche vio que Bakugo lo había seguido. Veía su boca moverse, modular. Pero Shoto no oía nada.
Encendió el motor y se fue de allí.
Había solo una persona en el mundo a la que quisiera ver en ese momento.
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Las palabras se las lleva el viento
FanficKatsuki hace una promesa y Shoto se aferra a ella con todo su ser... hasta que deja de hacerlo. *Los personajes no me pertenecen.