XII: Resplandor.

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inspo song:

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Thiago estaba convencido de que estaba enamorado de Nacho incluso antes de que el rubio entrara a su vida.

Se conocían desde los seis años.

¿Eso siquiera tenía sentido? Se lo había preguntado múltiples veces a lo largo de su vida, si realmente era físicamente posible amar con tanta intensidad.

Recordaba el día que descubrió que estaba enamorado. Aquel día que miró a su mejor amigo y notó que aquel amor desbordante que sentía cada vez que lo tenía cerca no era debido a un amor fraternal.

"Wow." Fue lo primero que Thiago dijo una vez Nacho dejó de tocar la guitarra, aquel viejo instrumento de su abuelo del cual no se había despegado una vez descubrió su existencia.

"¿Eso nomas tenes para decirme?" El rubio pregunta nervioso, dejando la guitarra a un lado y mirando expectante a su mejor amigo. Mejillas rojas y ojos brillantes.

"Es que... La verdad es que sos..., demasiado talentoso." Responde Thiago intentando sonar lo más estable posible, sintiendo como su corazón latía a mil ante el constante impulso que se repetía en su mente.

¿Porqué tenía tantas ganas de besar a su mejor amigo? Eso no era normal. Era un sentimiento demasiado intenso para alguien de catorce años.

"Gracias. ¿Te gustó la canción?" Nacho preguntó con una sonrisa y el morocho asintió.

"Sí, es muy linda." Responde con una sonrisa mientras piensa que Nacho también era muy lindo, siempre había pensado que era extremadamente bello.

El recuerdo de aquel día siempre volvía a su mente de vez en cuando, antes de dormir o ni bien se despertaba. Era una memoria agridulce.

Descubrir que estaba enamorado de su mejor amigo había sido tan hermoso como displicentero.

Existía una realidad a la cual no podía escapar y era que, por mucho que amara a Nacho y por muy probable que fuera que sea correspondido, no debía permitir que algo entre ellos ocurriera.

Sus mayores miedos lo habían convencido de que no existía otra manera de conservar a su persona favorita.

No iba a ser cómplice de como por egoísmo de ambos la relación terminara por acabarse debido a un conflicto amoroso. No quería condenar a Nacho a tener una relación con él, porque terminaría odiandolo y podría morir si el rubio tenía alguna vez un sentimiento negativo hacia su persona.

Aquella tarde de otoño, sentados en la cama del rubio mientras este le cantaba alguna canción de amor, se había condenado de por vida a cargar la cruz de sus sentimientos.

Su corazón sin embargo, era travieso y Nacho tampoco ayudaba mucho a la situación. Múltiples veces habían estado a punto de tirar su hermosa relación de mejores amigos por la borda, y en cada una de ellas Thiago había sido quien impedía aquel evento irreversible.

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