XVI: Él arreglará lo que yo rompí.

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Inspo song:

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Sus vidas vuelven a la normalidad de manera tan natural que apenas logran recordar aquel tiempo donde estuvieron separados.

No existen llantos ni charlas nostalgicas, sólo vive en ellos una dulce resignación sobre aquello que no pudo ser y aceptan con ánimo la decisión tomada sin rechistar o titubear ante ella.

Agosto llega y las asperezas entre Thiago y los nuevos amigos de Nacho casi ni existen.

Camila fue la primera en insistir en incluirlo, y aunque Julieta quiso aparentar malestar ante el morocho, rápidamente se volvió cercana a él.

Nacho ríe al verlos bailar borrachos en el living de su casa mientras Julieta se carcajea de alguna broma ingeniosa que Thiago habría hecho.

Marcos a su lado frunce el ceño y el rubio sabe que aparenta ser un hueso duro de roer aunque por dentro se esté ablandando incluso más que la misma Julieta.

Nacho sabe que no está errado cuando en la próxima juntada es el castaño quién se extraña ante la ausencia de Thiago y propone aprovechar el tiempo sin el morocho para prepararle algo por su cumpleaños.

No puede evitar reír internamente sobre como Thiago siempre logra comprar a todas las personas con su encanto y se encuentra admirandolo en recuerdos como si fuese su más penoso secreto.

Hornea la torta de cumpleaños de su mejor amigo con la ayuda impaciente de Julieta y se siente genuinamente feliz al verlo pedir su deseo ante las velas rodeado de gente que genuinamente comienza a apreciarlo.

Pasan septiembre sin despegarse no más de un día.

Duermen en los sofas del otro al menos dos semanas hasta que Nacho señala lo absurdo del asunto e intentan no usar la ropa del contrario algunos días hasta que Thiago encuentra una remera que realmente adoraba del rubio y no puede resistirse.

Intentan con todas sus fuerzas mantener las cosas dentro de sus límites pero no están seguros de si alguna vez existieron entre ellos y procuran vivir con ello sin que les afecte más de lo que ya lo hace.

Vuelven a tener una copia de la llave del departamento del otro, se dividen las tareas del hogar cada semana, Nacho vuelve a preparar los postres favoritos del morocho y este le prepara el almuerzo para su trabajo cada día sin falta.

Reconstruyen su vínculo sobre los escombros de sus errores y vuelven a brotar flores donde antes solo crecía maleza.

Octubre los alcanza rápido y viajan a Uruguay para celebrar el cumpleaños del más joven junto a su familia.

Thiago teme volver a donde antes huyó pero lo hace de todas formas porque Nacho está demasiado emocionado por ver a sus padres y hermana.

Nadie se atreve a hablar del tema pero sabe que todos saben lo que pasó entre ellos y se lamenta no haberles dado el final feliz que esperaban.

Sin embargo, los días son tranquilos y disfruta de visitarlos más de lo que creía que podría. La vieja casa de los Castañares desenterraba emociones que sabía debía mantener bajo tierra y temía por lo mucho que pudiera desestabilizarlo.

"Tendríamos que tirarla abajo antes de que la tire una tormenta." Nacho le dice de repente dándole un golpe con su cadera, Thiago observaba la casa del árbol desde la puerta. "Veni, papá está por cortar la torta." Anuncia con una sonrisa mientras tira de su brazo hacia adentro.

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