V: El amor que perdí.

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inspo song:


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Thiago sintió su corazón detenerse cuando lo vio al otro lado del pasillo del supermercado.

Visualizó los ojos celestes de Nacho mirando con concentración un paquete de galletitas, su pelo estaba más largo, su semblante lucia relajado. Suspiró, lo extrañaba tanto.

No habían vuelto a hablar como antes desde aquella conversación en el auto, y a Thiago sólo le había quedado suponer que la situación del beso había incomodado a Nacho lo suficiente como para querer tomarse un tiempo de él por aproximadamente seis meses. No tuvo otra alternativa que respetar la decisión de su mejor amigo.

Sin embargo se veían cada tanto, aunque sólo encuentros espontáneos que surgían en situaciones para nada planeadas y que cada vez eran más incómodas. Thiago ya no sabía que excusa usar para acercarse, y era consciente de que decirle hola significaría para él un adiós por de más doloroso.

Diariamente se preguntaba si Nacho lo extrañaba con la misma intensidad.

Cuando el rubio levantó la vista en su dirección, Thiago simplemente se apuró a esconderse de su vista. Deseando que Nacho no lo hubiera visto haciendo tal estupidez, realmente esperaba que nadie le estuviera prestando real atención a sus acciones torpes y errantes.

•••

Nacho subió con mala cara al auto de Marcos, dejando sobre la falda del mismo las galletitas que le había pedido comprar, para luego mirar hacia el frente con el ceño fruncido.

"¿Todo bien?" El castaño pregunta con cautela mientras se pone su cinturón de seguridad, observando con minuciosidad el rostro de Nacho intentando descifrar que le había pasado.

"Lo vi a Thiago." Suelta de repente el rubio, poniéndose el cinturón de seguridad para finalmente mirar a Marcos quien lo observaba expectante a más detalles.

"¿Cómo anda?" Termina por preguntar el castaño y sólo recibe un suspiro prolongado.

"Ni idea. Cuando lo vi, el muy tarado se puso atrás de una góndola." Responde con hartazgo el rubio, molesto por la actitud de quien se supone era su mejor amigo.

Era cierto que quien había puesto cierta distancia entre ambos había sido él, pero evitarse de aquella manera era simplemente ridículo.

El distanciamiento con el morocho había significado un cambio radical en su vida, cambio que de ratos era amargo y de a otros se sentía como un soplo de aire fresco.

Thiago lo hacia feliz como nadie pero a la vez estar junto a él, fingiendo que realmente no lo amaba como lo hacia, era condenarse a estar junto a alguien que jamás le daría lo que necesitaba por mucho que lo quisiera. No podía ser así de egoísta, no podía seguir confundiendo y enredando su vínculo con su mejor amigo hasta que todo estallara en una bomba que arrasaria con todo.

Aceptaba la culpa de la distancia que hoy existía entre ambos, pero no iba a aceptar la inmadurez de evitarse como si fueran extraños.

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