Situación: El líder de la sociedad arácnida, con problemas de ira, mal carácter, siempre estresado y duro con todo el mundo, tiene una debilidad por ti, parece que solo se ablanda contigo.
ADVERTENCIA: Lector masculino, Miguel sumiso, oral y malas palabras.
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-¿¡Les pagan para ser estúpidos?! -Un furioso Miguel le gritaba a unos Spider-Man's por haber dejado escapar a una anomalía, muy desastrosa de hecho. -Ahora, por su idiotez, esa cosa está rompiendo el suelo como si fuera un juego, ¡y encima sus gizmos están rotos! -
Los Spider-Man's tenían la cabeza hacia bajo, casi como perritos regañados, escuchando los gritos furiosos de su jefe.
-Entreguenme sus Gizmos, los enviaré a reparar, ¡y la próxima vez que hagan algo así juro que..- la presencia de una figura masculina bastante familiar para él columpiandose en el techo se hizo presente, inmediatamente bajó el tono de su voz y recuperó su postura a una formal -Voy a..sancionarlos fuertemente, ahora.. denme sus dispositivos..- los dos chicos frente a él quedaron bastante confundidos por el repentino cambio de humor, pero preferían no preguntar, retiraron los aparatos de sus muñecas y lo extendieron hacia su líder.
-Hey chicos! - ______ saludó a sus amigos con un choque de puños y algunas palmadas en la espalda, O'hara suspiró tratando de calmarse, se alejó de ahí subiendo a su respectiva plataforma para hundirse en sus pantallas de nuevo.
Desde ahí arriba, de vez en cuando miraba de reojo al chico. Observaba con atención sus expresiones faciales, sintiendo un poco de celos en el interior, no sabía de qué hablaba con ellos, pero ÉL quería ser el causante de esa linda sonrisa.
_____ se despidió de los Spider-Man's que estaban siendo regañados hace unos minutos, disparó una red en el borde de la plataforma de Miguel y subió, iba a molestarlo un rato.
-Hola Drácula - bromeó.
-¿Necesitas algo..? - respondió el otro sin mucho interés, y tratando de evitar el contacto visual.
-Oye, no seas amargado, ¿Quieres? - se recargó en el escritorio que estaba frente a él, quedando cerca de Miguel, demasiado cerca..
Este mismo solo de limitó a seguirlo con la mirada, observando con atención sus movimientos y esperando algo más. La diferencia de altura no era mucha, pero le era difícil de creer que un chico un poco más bajo que el lo hiciera calmarse de esa forma, casi como un perrito gruñón que solo necesitaba cariño.
-Ven, acércate - ____ hizo un gancho con el dedo en señal, mirándolo de forma seductora.
