Matthew Beckett, era un chico hasta cierto punto normal, pero desde niño sufría por un sueño de esos a lo que llamamos sueños recurrentes, aunque es más acertado decir que era una pesadilla. Una pesadilla que lo había atormentado durante más de quince años y lo había vuelto un chico huraño con las mujeres.
Quién iba a decirle que pronto su pesadilla se convertiría en un dulce sueño y que ese sueño terminaría convirtiéndose en su realidad. El Ángel que habitaba en sus sueños llegaría por fin a su vida, sin embargo no llegaría sola.
Ema Ward, quien sufrió el desprecio de su propio padre y vio la traición y el dolor que padeció su madre, se vio obligada a huir para salvar el patrimonio y la última gota de dignidad de su madre. Sola en un lugar extraño, sin nadie que la proteja y la cuide, una adolescente que se convirtió en madre y que aprenderá en carme propia lo que es la maldad, pero también la bondad de quienes la rodean.
El Ángel de los sueños de Matthew llegará para poner su mundo de cabeza, pues ella no solo es un ángel, también tiene una parte de diabla que él descubrirá poco a poco y le hará experimentar las sensaciones que jamás había sentido por una mujer. Él se convertirá en el ángel guardián de Ema para darle la tranquilidad y la protección que ella tanto necesita, descubriendo en el proceso que sus destinos habían sido trazados, incluso aún, antes de nacer.
