«Que biblioteca tan grande!!! Hay muchos libros, ... wow!! Están separados por materias: finanzas, leyes,... eh? Medicina!... arte, ahí está! Literatura. Veamos que hay aquí, Las mil y un noche, El Jorobado de Notre-Dame, El Conde de Monte Cristo... y éste... no lo alcanzó... hhuu, ay Dios, casi tiro esto... qué es esto? Un cuadro! El señor Beckett pinta?...
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Será que puedo levantar la manta y verlo? O... uh? de quienes son esas voces? Habrá regresado...? mi corazón late tan rápido sólo de pensar que él pudo haber regresado!!
Que hago? Voy a verlo? ... No, no es él ... no es su voz, quién será? Parece que el señor Ford quiere que se vaya... será mejor quedarme aquí.»
- Señor Harper, ya le dije que el señor Beckett no está y
- Claro que está, vi luces encendidas en su estudio, ese infeliz me está evadiendo! Pero no sé lo permitiré
- Señor Harper, deténgase no puede pasar
- Matthew Beckett... necesito una explica... ción... Tú!
- ...!!
El hombre evadió al señor Ford y abrió la puerta del despacho de Matt, que Ema, confundió con una biblioteca por ser tan grande y estar llena de libros y al ver a la joven de pie en el centro de la habitación, se sorprendió casi o más que ella al ver la agresividad con la que él irrumpió.
«Ese hombre es un grosero, Debo avisarle al señor Beckett de inmediato! No se por que pero me da mala espina que esté aquí.»
El mayordomo llamó a su señor saliendo a penas del despacho, mientras el hombre se presentaba con la joven.
- Disculpe señorita, pensé que era
- El señor Beckett?
- Sí!
- El está de viaje de negocios y regresa en unos días
- Ya veo
«Contesté señor Beckett, por favor... conteste!»
- Señor Ford, pasa algo?
- El señor Harper está en la casa
- Qué? No lo deje pasar!!
- Ya es tarde, se metió a la fuerza al estudio y encontró ahí ala señorita Ward
- Maldito Morris! Ve con ella no la dejes sola con él
- Si señor!
El señor Ford colgó y de inmediato volvió a entrar con la orden de no dejar sola a Ema y así lo hizo. Mientras tanto Matt se puso como loco y estaba a punto de volver a la casa sin pensar en nada más que en evitar que Ema estuviera con Morris Harper, pero Noah lo detuvo y trató de calmarlo para evitar que cometiera una locura.
- Matt qué pasa?
- Morris está en mi casa, y vio a Ema. Debo ir allá
