«Ema!... Porqué cambiaste tu apellido, de quién estás huyendo?... No importa, desde hoy yo cuidaré de ti.»
- Matt?
- Sí?
- Porqué se habrá cambiado el apellido?
- También me lo estoy preguntando, supongo que está escondiéndose de alguien
- De quién y por qué?
- No lo sé, pero te garantizo que lo averiguaré
- Y si se casó?
- ... La convertiré en viuda!
- ...!
«Espero que sea broma, su rostro luce aterrador. Este tonto, sería capaz de matar por esa chica...?»
- Esperemos no llegar a eso
- Mira, esa es la florería, se llama Florería Wood
- Ok, vamos
«Espero que él dueño de la florería sea un anciano feo y amable, no quiero imaginar el genio de Matt, si es un hombre joven y apuesto...»
- Buenos días señores, en qué puedo ayudarles?
- Buenos días señora, es usted la dueña?
- Sí
- Excelente!!
- ...?
- Liang, me permites?
- Sí, si... lo siento, continúa
- Señora, mi nombre es Matthew Beckett, soy el presidente de corporaciones Beckett
- Oh! Es un gusto conocerle joven señor Beckett
- Verá, las empresas que conforman nuestra corporación han trabajado con florerías muy grandes y de mucho prestigio, sin embargo en algunos eventos importantes nos han quedado... no muy bien. Yo supongo que se debe a que, al ser muy conocidas, tienen muchos pedidos y muy grandes y esto les hace complicado cumplir a la perfección los encargos, por eso estoy buscando una florería más pequeña, pero con experiencia en sus arreglos, para que me tenga como su cliente más importante, por no decir exclusivo
- Señor Beckett, mi florería es muy pequeña, pero tengo muchísimos años de experiencia, venga por aquí... vea los arreglos que tenemos por aquí... que le parecen?
- Son hermosos, usted los hace?
- Sí, pero no sola, tengo una hija que me ayuda, ella no tiene mucha experiencia pero es muy talentosa
- Una hija? Y no tiene más personal?
- No. Cómo le dije la florería es pequeña y Ema y yo solas, nos damos abasto
- Ema? Así se llama su hija?
- Sí, bueno es mi hija adoptiva
- Ya veo, me gusta mucho su estilo... que dices Liang?
- A mí me gustan también sus arreglos, creo que no tenemos que buscar más
- Pienso igual
- Habla en serio señor Beckett?
- Claro señora...?
- Ah! Leyla, Leyla Wood, a sus órdenes