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JUNGWON RESPIRÓ NERVIOSO y cerró su casillero, les había dicho a los demás que siguieran adelante sin él para que pudiera recuperarse.
A pesar de que era solo un partido de fútbol normal, se encontró más nervioso que nunca, y sabía que se debía al hecho de que Dohee estaría mirando.
Salió de los vestuarios y caminó por el pasillo vacío, vio a Dohee que también estaba saliendo.
"¡Dohee!" él la llamó y comenzó a correr hacia ella. Se detuvo en seco y se giró para mirarlo, una brillante sonrisa apareció en su rostro y no pudo evitar sentirse más feliz.
"¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en el campo?"Jungwon asintió con un pequeño encogimiento de hombros, "Les dije a los demás que se fueran sin mí." él respondió. "¿Cómo es que estás aquí? ¿No deberías estar en las gradas?" cuestionó con una sonrisa, mirándola con cariño.
"Sólo estoy tomando un poco de agua." ella respondió con una sonrisa y levantó botella.
Dohee se dio la vuelta y abrió las puertas dobles, cuando Jungwon de repente enganchó su dedo en el lazo del cinturón de jean y la trajo de vuelta, girándola para mirarlo.
"¿Jungwon-?" ella tartamudeó en estado de shock y sintió que sus mejillas se calentaban. Jungwon agarró su mano y la abrió.
"Aquí." murmuró y colocó su anillo de luz diurna en el centro de su palma. "Puedes devolvérmelo all final del juego si aceptas mi confesión. Si no...entonces déjalo en el casillero de mi vestidor." informó y cerró su mano sobre el anillo.
Dohee lo miró con una expresión nerviosa, Jungwon captó sus ojos y los miró profundamente antes de inclinarse y plantar un suave beso en su mejilla.
"Deséame suerte." susurró y abrió las puertas antes de unirse a los demás en el campo, que lo llamaban y lo regañaban por llegar tan tarde.
Dohee se tomó un momento para darse cuenta de lo que acababa de suceder, jadeó suavemente y tocó el área de su mejilla que él había besado. Miró su anillo en la mano y sintió que su corazón daba un vuelco, trató de calmarse antes de salir también del edificio.
Una vez que se sentó junto a Sora, la chica se volvió para mirarla, "¿Por qué tienes las mejillas tan rosadas?" preguntó con una sonrisa tonta.
"Sólo hace un poco de calor." Dohee mintió y fingió abanicarse.
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Tanto Sora como Dohee ahora estaban de pie y animando a los chicos. Sora aplaudió mientras saltaba arriba y abajo para Sunghoon.
Sunghoon rápidamente le pasó el balón a N-Ki cuando Ej se abalanzó sobre él. El más joven atrapó la pelota en su agarre y salió corriendo, cuando un pie se colocó frente a él y cayó al suelo.
Ni-Ki dejó escapar un gemido doloroso y miró hacia arriba para ver a Ma-ki de pie con una sonrisa.
"Árbitro." Jay gritó y ayudó al rubio a ponerse de pie, el árbitro creó una cruz con las manos y sacudió la cabeza antes de hacer sonar el silbato, indicándoles que volvieran a su posición.
Ni-Ki sintió que la rabia se acumulaba dentro de él y le resultó difícil controlarla. Se sacudió el agarre protector de Jay y empujó duramente a Ma-ki al suelo.
El hombre lobo rápidamente se puso de pie y empujó a Ni-Ki, quien luego tropezó con el pecho de Jay.
"K, ven y ponle una correa a tu perro." Jay le gritó al hombre de cabello oscuro, que se quedó mirando decepcionado.
"Cuida tu boca, Park." escupió y comenzó a caminar más cerca de los siete vampiros.
Dohee suspiró y miró a Sora, quien miraba preocupado a Sunghoon. "Estará bien, no deberías preocuparte tanto." Dohee aseguró con una sonrisa burlona y un empujón.
Mientras los dos grupos luchaban, una fuerte lluvia comenzó a caer, empapando a todos los que estaban afuera.
La cabeza de Dohee comenzó a sentirse como si estuviera siendo aplastada, como si su cráneo se apretara alrededor de su cerebro.
Dejó escapar una mueca y se agarró la cabeza, un gemido escapó de sus labios mientras trataba de guardar silencio.
Nicholas envió un puñetazo a la cara de Ni-Ki, lo que provocó que el niño cayera al suelo y gritara de dolor. La lluvia salpicó su piel que se sentía como fuego y su mente comenzó a nublarse.
Los nueve lobos se quedaron confundidos, Jay fue el siguiente en caer y gritar de dolor.
Jungwon gimió antes de ayudar a Jay a ponerse de pie y ayudarlo mientras caminaba.
Heeseung recogió a Ni-Ki del suelo, el chico rubio lloró al lado de él, mientras el dolor aumentaba cada segundo.
"¿Estás bien?" Sora preguntó confundida, tocó suavemente a Dohee en el hombro y trató de mirarla a los ojos, lo cual fue difícil ya que la niña tenía la cabeza gacha mientras el cabello le cubría la cara.
"Dohee, ven conmigo." Jungwon llamó y alcanzó a la chica. Agarró su mano temblorosa y la atrajo hacia su pecho mientras sostenía a Jay con la otra mano.
"Sora, ve a ayudar a Sunghoon." ordenó e hizo un gesto al chico que estaba arrodillado en el césped mientras sostenía su cabeza.
"¿Por qué son todos así?" Sora se asustó cuando ya estaba a la mitad de los escalones y corría hacia Sunghoon.
"Es la lluvia." Jungwon respondió.
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Jungwon llevó a Dohee a la biblioteca y la sentó en el sofá, la temblorosa chica respiró hondo y tiró de su cabello mientras el dolor la volvía loca.
Jay se deslizó por la pared y trató de calmarse, sus ojos seguían cambiando de rojo a normal: sentía que su corazón saltaba y tomaba latidos dobles.
Las puertas se abrieron de nuevo y entró Heeseung con Ni-Ki bajo el brazo.
Ni-Ki se soltó del agarre de Heeseung y cayó al suelo, Sunoo y Sora llegaron corriendo mientras sostenían a Sunghoon.
"Llévate a Sora." Sunghoon gimió: el miedo a convertirse en vampiros podría ser un peligro para ella.
"No los dejaré, muchachos." ella se negó y lo bajó suavemente, "Dohee, ¿estás bien?"
El rostro de Dohee estaba cubierto de lágrimas calientes, su pecho palpitaba y le resultaba difícil comunicarse.
"Ella está bien, es su primer cambio de lluvia, así que será un poco más difícil para ella." Jungwon respondió por ella mientras sus dedos suavemente trazaban círculos en su muslo.
Jungwon agarró su chaqueta del respaldo del sofá y la envolvió alrededor de sus hombros, "Todavía estás empapada." comentó en voz baja y apartó los mechones de cabello sueltos de su rostro.
"Me siento tan debil." ella sollozó, Jungwon sonrió suavemente antes de empujar su cabeza contra su pecho y continuar cepillando su cabello hacia atrás.
