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LOS OJOS DE DOHEE LENTAMENTE se abrieron, saltó hacia atrás y se sentó correctamente cuando vio a cuatro hombres extraños cerniéndose sobre ella.
Uno tenía el pelo castaño claro, con raya al medio y perfectamente peinado, los labios carnosos y de un color rosa suave, los ojos grandes con un sentido canino.
El que estaba parado directamente frente a Dohee tenía un tinte verde oscuro en su cabello, sus ojos eran grandes y llorosos, era muy alto y mostraba una mirada aguda.
Uno de los chicos mostró una sonrisa suave, su cabello era de un rosa claro y sus rasgos eran suaves, sus ojos le recordaban a Dohee a los de un zorro y sus mejillas estaban redondeadas debido a su enorme sonrisa.
Había un chico sentado en el sofá al lado de Dohee, su cabello era castaño y tenía una nariz inclinada que tenía un pequeño lunar al lado. Era innegablemente guapo, pero su mirada era dura e hizo que Dohee se sintiera incómoda.
El último estaba erguido con los brazos cruzados sobre el pecho, su cabello era rubio con raíces oscuras y tenía un pequeño lunar en la barbilla. Dohee pensó que parecía el más aterrador.
"Buen día." el moreno cantó con una sonrisa. Luego, las puertas dobles de madera detrás de ellos se abrieron, un hombre familiar pero extraño entró y Jay se paró directamente detrás de él, tenía la cabeza gacha y una expresión de vergüenza en su rostro.
"Soy tu guardián ahora y tú eres mi prioridad." habló y se paró entre los cinco chicos que rodeaban a Dohee.
"¿Qué?" la adolescente asustada cuestionó, su corazón prácticamente latía fuera de su pecho.
"Bebiste mi sangre, así que eso me convierte en tu guardián." aclaró e inclinó la cabeza hacia arriba.
Su cabello era castaño y seccionado al medio, su piel era de un color bronceado, sus ojos eran grandes y felinos.
De repente, Dohee recordó los eventos de la noche anterior y llevó su mano temblorosa al cuello. Cuando lo apartó, la sangre de su cuello manchó su mano.
El chico rubio se tensó y le dio la espalda a la chica, ahora mirando hacia las muchas estanterías.
"¡T-tú me atacaste!" gritó y señaló a Jay, se levantó del sofá de cuero marrón y mantuvo su mano cubriendo su herida sangrante. Jay esquivó sus ojos y siguió mirando al suelo, mientras que con una de sus manos se rascaba la nuca.
"Y yo te salvé. Así que ahora me obedeces." dijo el moreno y la empujó para que se volviera a sentar.
Dohee solo ahora se estaba dando cuenta de que él era el mismo tipo que la atrapó mientras caía. "Vas a morir esta noche." el chico de cabello verde habló.
Los ojos de Dohee se clavaron en él y el pánico se apoderó de sus rasgos. "Tampoco puedes evitar que suceda, pero aún puedes estar cerca y continuar como si estuvieras viviendo."
"Basta, Heeseung, la estás confundiendo." el chico de cabello rosa lo regañó y palmeó el pecho del hombre más alto para empujarlo hacia atrás.
"Anoche, en el callejón. Jay te mordió, su intención era matarte pero evité que eso sucediera."
"¿De qué están hablando? ¿Son ustedes una tribu caníbal o algo así?" se preguntó, su pecho comenzando a agitarse y su cabeza comenzando a palpitar.
"Somos vampiros. Y tú también puedes serlo, si te alimentas." El rubio habló desde la esquina de la habitación, ahora estaba apoyado contra la pared con los brazos cruzados.
"¿Vampiros? No existen." Murmuró, se apartó del sofá y corrió hacia las puertas dobles. Antes de que pudiera irse, el chico moreno apareció frente a ella.
"C-cómo hiciste-" murmuró y temblorosamente dio un paso atrás, tropezó hacia atrás y chocó contra alguien detrás de ella.
El chico de cabello castaño del sofá la rodeó con sus brazos y la mantuvo quieta. "Date prisa, Jungwon, ella no deja de moverse." se quejó.
Jungwon se burló y agarró su mano, le quitó los anillos y los arrojó al suelo. "¿Qué estás haciendo?" Dohee chilló y trató de liberarse.
"Tus anillos están llenos de verbena, te quemarán cuando te conviertas. Usa este anillo en su lugar." Murmuró y deslizó un voluminoso anillo de plata en su dedo índice.
"¿Qué es?" Ella cuestionó, su voz temblando. El hombre que la sostenía ahora la soltó y la empujó ligeramente hacia adelante.
"Es un anillo de luz diurna, te permitirá caminar bajo el sol." respondió, su rostro se veía sombrío.
"Vamos." el chico de cabello rosa habló en voz baja y colocó su mano sobre su hombro. "El sol se está poniendo, no tienes mucho tiempo."
De repente, todo se volvió negro y cuando Dohee volvió a abrir los ojos, estaba parada afuera de un club.
"¡No! ¡Suéltame!" Una niña gritó y trató de liberarse del fuerte agarre del hombre.
"Vamos, atrápalo." Jungwon le susurró al oído desde atrás. Dohee saltó levemente y lo miró, una repentina necesidad de alimentarse la superó y un deseo se convirtió en un deber.
Se acercó a la pareja y agarró al hombre por el hombro, arrojándolo al suelo, era mucho más fuerte que antes.
"¿Qué demonios, hombre? ¿Cuál es tu problema?" Gritó y se sacudió el polvo. Dohee no pudo contenerse más y corrió hacia él, sus dientes se hundieron en su cuello mientras él gritaba y usaba sus rodillas para tratar de patearla.
Jungwon, por otro lado, solo pudo reírse de la escena, se acercó lentamente a la chica temblorosa en el suelo y se inclinó hacia su rostro.
"Olvídate de esta noche, ambos se separaron y te fuiste a casa, nunca lo volviste a ver." usó su compulsión para manipular a la chica.
"Nunca lo volví a ver..." murmuró antes de ponerse de pie y alejarse en la distancia.
Cuando Jungwon se dio la vuelta, se encontró con la vista del hombre tendido muerto en el suelo, y una Dohee llorando se sentó a su lado.
"Está bien, es lo que tenemos que hacer." él la consoló y le dio unas palmaditas en el hombro. La chica de cabello negro lo miró con sus brillantes ojos rojos, inclinó la cabeza y dejó escapar más sollozos.
"N-no quiero vivir para siempre." ella gritó y se secó las lágrimas con la manga. Jungwon sonrió con tristeza y pasó su brazo por encima de su hombro.
"Volvamos a casa." le susurró al oído antes de hacer que los dos desaparecieran de nuevo.
