CAPITULO III: Academia ninja.

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-Itachi, ya es hora de irnos- escuche a lo lejos como me llamaba mi padre exigiendo mi presencia.

-Ahora voy- le respondí caminando con tranquilidad a su dirección, justo en la entrada de la casa ya preparado para ir a la ceremonia de ingreso de la academia ninja.

-Itachi espera- con rapidez mamá se aproximo a nosotros con una enorme sonrisa junto a Sasuke en su brazo derecho y dos almuerzos en su mano izquierda- aquí está tu almuerzo- dijo extendiéndome uno de ellos.

-Gracias mamá, adiós Sasuke- agradecí tomando el bento que mamá había preparado para después despedirme de mi hermanito menor, que tomo mi mano y sonrió en respuesta.

-Ah y este es para Ray- Menciono extendiendo el segundo bento a mi padre que lo recibió y asintió con la cabeza.

-De seguro le encantara, vamos Itachi aun debemos buscar a Ray y caminar a la academia- me informo suspirando con frustración- conociendo a esa mocosa debe estar en alguna parte del bosque "uniéndose con la naturaleza".

-No seas tan estricto con ella- defendió aguantando una risita mientras mecía a Sasuke.

-Sea estricto, blando o como sea, esa mocosa solo hace lo que quiere- le respondió su padre ya irritado por el recuerdo de Ray- En fin, vamos Itachi- finalizo la conversación para después despedirse de su esposa e hijo pequeño.

Ya afuera de casa y caminando por el barrio Uchiha en dirección en la que caminaba su padre en búsqueda de la niña de su edad que era conocida y muy renombrada en todo el clan.

¿Pero por qué?

Aun no entendía porque todo el mundo parecía amar a esa niña, ambos tenían la misma edad, su padre parecía estar a cargo de ella y su entrenamiento.

¿Por qué?

Tenía muchas incógnitas de la vida de esa niña y del porque parecía estar tan ligada a su familia, no demostraba ser una persona fuerte o seria, mucho menos interesada en esforzarse para ser un shinobi de la hoja. Siempre se la pasaba durmiendo o comiendo, sin nada que inquietara su alma, rebosante de felicidad.

Muy en el fondo sabía que envidiaba su forma de ser, ya que para mí me era imposible desconectar mi mente con la facilidad que ella tenía.

-¡¡Mocosa imprudente, despierta!!-le grito su padre a Ray una vez llegamos a donde se encontraba, ella estaba durmiendo plácidamente boca arriba en el césped verde de un campo de entrenamiento con unos anteojos de marco plateado y vidrios celestes, toda su imagen parecía transmitir paz y una profunda tranquilidad.

-AHHHHH- Grito en respuesta la niña que despertó de un brinco agarrando su corazón del susto- ¡¿Qué te pasa?! Casi me matas del susto- se quejo cruzando sus piernas y peinando su cabello- Eres cruel, ya había encontrado la posición perfecta.

-Posición perfecta-Murmuro con una venita en la sien- ¡Ayer te dije que te preparabas para ir a la academia!

-Mmm lo siento, me olvide-se disculpo rascando su nuca con una sonrisa inocente- de todas formas ¿No se supone que yo debería de decidir si ser un ninja o no?- Cuestiono parándose en frente de Papá- Ni siquiera me preguntaste si quería entrar a la academia.

-Ray, no tenemos tiempo para tus juegos mentales, desde que estas a mi cargo que quieres ser un ninja- expuso ya cansado de los juegos de la niña.

-Está biennnn, vamos- contesto al ver que la paciencia del mayor ya se había agotado- Ah hola Itachi- me saludo cuando se dio cuenta de mi presencia, asentí en respuesta- Y no me olvide solo vine aquí para entrenar unas horas antes de entrar a la academia, mira- señalo la mochila que supuse contenía sus útiles escolares.

-Perfecto, avanza- dando media vuelta para ocultar su sonrisa su padre emprendió su camino a la academia esperando que lo siguiéramos.

-Perfecto, avanza- dando media vuelta para ocultar su sonrisa su padre emprendió su camino a la academia esperando que lo siguiéramos

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-Por favor niños fórmense en filas de 10- pidió un profesor de la academia una vez llegamos al patio de la misma.

El lugar era amplio, los padres estaban al fondo escuchando a los profesores y esperando con orgullo que dieran inicio a la ceremonia de apertura. Había muchas personas para mi gusto, tanto padres como niños, padres que no conocía y niños que mucho menos me interesaban conocer.

Como me gustaría estar durmiendo, pero noooo, debía estar aquí rodeada gente desconocida esperando que el vejete del tercer Hokague se dignara a horrarnos con su presencia para dar un discurso mediocre que daría inicio a las clases y simultáneamente a su vida como shinobi.

Y mentiría si no dijera que estaba ansiosa y muy emocionada.

-Hola Itachi- Saludo desde lejos una niña de cabello marrón al hijo mayor de Fugaku quien se formo a lado mío.

-Hola Izumi- devolvió el saludo el primogénito Uchiha con una sonrisa casi inexistente.

Que incomodo, pensé desviando mi atención de ese momento, aun no podía entender porque el hijo de Fugaku era tan rarito, siempre tan cayado y tímido. Pero que importa, ni que me quitara el sueño saber el porqué de la rareza humana.

-Qué lindo- murmure al ver las hermosas nubes que adornaban el cielo celeste, tan hipnótico y bello que incitaban a tu mente a perderse en un sin fin de ideas y preguntas.

¿Qué debería cenar esta noche, ramen o tonkatsu?

¿Había takoyaki en la heladera?

Siii, si había- pensé con emoción al recordar ese detalle, emoción que fue opacada por la energía tan escalofriante que sentí me asechaba por la espalda, al voltearme pude ver el semblante aterrador y mirada intimidante de Fugaku que sabia me decía mentalmente "Deja de fantasear con comida y presta atención, no avergüences al clan.

Con un escalofrió que recorrió toda mi columna vertebral gire rápidamente como un soldado dispuesta a escuchar con suma atención lo que pasaba en frente. Para mi sorpresa el viejo Sarutobi ya había llegado y estaba a punto de terminar con el discurso de apertura.

-¿En qué momento?- Murmure con sorpresa, Fugaku me va a matar.

-Deberías prestar más atención a lo que pasa y no tanto a las nubes- Recomendó Itachi mirando al frente.

-No es mi culpa que las nubes sean mucho más interesantes de lo que pasa alrededor- le respondí y con una sonrisa juguetona dispuesta a iniciar una pelea verbal, para alegrar un poco la mañana continúe- Pero si quieres llamar mi atención, porque no me cuentas tu historia con la mestiza.

-No voy a pelear contigo- contesto inmutable, pero su energía señalaba su molestia- y se llama Izumi Uchiha, no mestiza.

Que curiosa respuesta.

-Pff que aburrido- dije aguantando mi risa.

Aunque no sería muy propio de ti si lo hicieras... Fugaku que curiosa es tu familia- pensé sonriendo- Itachi , no pareces ser una persona tan aburrida después de todo.

Lazos de sangre [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora