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Ya había amanecido, me encontraba bajando las escaleras para poder ir a desayunar junto a mis hermanos, agradezco que al menos me acompañen en el desayuno, ya que por las noches se ausentan, Según ellos es por negocios entre condes y vizcondes. Lamentablemente para su mala suerte me informan cada uno de sus movimientos de mis queridos hermanos.
sinceramente se que no se desaparecen únicamente para establecer tratos y mucho menos a altas horas de la noche.
Eh estado rodeada de hombres a lo largo de mi vida, para detallar cada uno de sus movimientos y artimañas para salirse con la suyas, mis hermanos no son la excepción. Estoy bastante segura que no se dirigen exactamente a charlar con sus socios.
Cristopher el mayor de los dos, va a su encuentro como todas las noches en busca de una ramera. No lo juzgo, busca satisfacción como todo ser humano, si yo fuera hombre haría lo mismo y más siendo un duque de alto prestigio que se le prohíbe estar con cualquier dama que no pertenezca a la alta sociedad. Esto último también es dirigido a mí.
Por otro lado está David, el no es igual que Cristopher en lo absoluto, este se dedica a hacer apuestas clandestinas, para su buena suerte siempre termina ganando. "El siempre gana" o eso es lo que el dice, pero aquí la pregunta es ¿por qué? que lo incita a querer apostar. Claramente tenemos dinero de sobra como para que quiera participar en ese tipo de actividades por dinero, supongo que es para sentir la victoria de haber ganado algo por su propia cuenta.
Pero la verdadera pregunta del siglo, es por qué no me lleva??? Me indigna que no piense en mi, el sabe bien que me gusta todo lo que tenga que ver con el riesgo.
-buenos días hermanos, ahora que lo pregunto a qué hora llegaron ayer en la noche?- pregunte, aunque ya sabía que no tenían mucho de a ver llegado, bueno por lo menos Cristopher. David llegó en la madrugada como casi todos los días.
-no recuerdo muy bien clarissa supongo que a las 11:00, por qué la pregunta?- lo que siempre eh admirado de mi hermano, es su audacia al mentir, si no lo conociera bien, me creería todas y cada una de sus mentiras.
-por nada Cristopher solo era una duda- claramente al igual que el, yo también podía mentir perfectamente, por algo éramos familia. -tu siempre de chismosa querida hermana- contesto David, mientras metía un pedazo de pan a su boca y aventandome un trozo de este.
-en algo me tenía que parecer a ti, "querido hermano"- sonreí con burla, sin duda me gustaba molestar a David, era uno de mis pasatiempos favoritos.
-en eso tiene razón clarissa hermano, eres muy entrometido - hasta Cristopher estaba de mi lado y eso era algo muy difícil.
