cap 3

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Nuevamente me encontraba en casa de Tamara, acostada en el sofá con las piernas en el espaldar y la cabeza colgando, una posición bastante cómoda para cuando necesito meditar algo o mi mente está demasiado congestionada que necesito un momento para pensar y calmar mi mente, aunque en esta oportunidad estaba escuchando a mi amiga hablar de Marcus por quinta vez en el día, a pesar de que me repetía constantemente de que para ella él no significaba nada en su vida sus palabras y largas charlas sobre el demostraban lo contrario.

— el universo me ayudara a que seamos algo

hablo sin despegar la mirada de su celular tecleando en él la respuesta al mensaje que Marcus le había enviado

— si llegan a estar juntos será porque el universo está harto de escucharte hablando de él

respondí levantándome de la posición en la que me encontraba, ya se me empezaba a bajar la sangre a la cabeza y eso si que no era bueno, termine por estirarme en el sofá abrazando uno de los cojines

— pero mírate a ti el universo te tiro a Matthew en la cara de lo intensa que eras

rodee los ojos acomodando mi cabello, bueno tal vez antes era un poquito intensa antes cuando no éramos nada, aunque ahora esa intensidad se me ha visto mucho más opacada por sus actitudes conmigo, actitudes las cuales no conocía Tamara, era algo que podía manejar yo sola

— no era intensa, solo reconocí su físico

— aja y yo no te escuchaba todo el tiempo diciendo que él era el hombre que soñabas

le brinde una sutil sonrisa al escucharla decir aquel comentario, vale íbamos hacia una charla que no me apetecía para nada en estos momentos, termine por levantarme recogiendo los platos en los que habíamos comido antes y los lleve a la cocina dejándolos en el lavaplatos con la intención de lavarlos para así evitar el volver a continuar con la conversación

Estaba claro que tenían personal quienes se encargaran de esto pero me daba pena dejarlos allí nada más y necesitaba esos minutos para despejarme,automáticamente comencé a tararear una canción que se me vino a la cabeza sin más, siendo un acto instintivo para ocupar mi mente en algo más

— ¿Sabías que hay personas que lavan los platos? — me sorprendió escuchar la voz de lucas detrás mío lo que hizo que soltara el plato que tenía en mis manos— en resumen le quitas el trabajo a alguien más

— a qué horas llegaste — respondí sin darle tiempo a decir algo más — y no, me da pena dejar los platos aquí.

— Acabo de llegar y por lo que deduzco tu llevas todo el día como costumbre

asentí, bueno en parte es verdad vine para almorzar y ya eran las 7 de la noche, no tenía ni planes de irme a mi departamento a estar sola

— en parte sí — deje los platos en su lugar y me sequé las manos dejando mi espalda apoyada en la barra de la cocina

Efecto Burdell/ en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora