Moments ✩ Humor

¿Qué te pasa, maldita lata?

Y ahí estaba, luchando contra una lata de cerveza.

Esa maldita lata no se abría y, en ojos estadounidenses, esta lata seguramente había hecho un trato con Vietnam o algo así.

¿Pero, qué acaso no sería mejor para Vietnam que él se encontrara ebrio?

Es decir, podría atacarlo y como él se encontraría borracho sus movimientos tendrían que ser obligadamente torpes.

De nuevo, se perdió entre sus pensamientos. Hasta que escuchó la risa de fondo de Rusia.

— No empieces, aún puedo lanzarte esta lata para ver si así se abre — Rusia no pudo evitar reír aún más, sin lugar a dudas cada que se encontraba con USA algo interesante tenía que pasar.

—Según tú, puedes romperme en dos de un solo golpe, ponerme una pistola al lado para que crean que fue un suicido y ser un total sinvergüenza volviendo a asistir a la iglesia, pero no puedes abrir una lata.

— ¡Hay cámaras! no te atrevas a revelar mi plan de asesinato en primer grado— ambos rieron un poco y USA siguió con lo suyo esperando que Rusia se vaya o lo que sea que haya estado haciendo hace unos momentos.

— ONU quiere verte— soltó el ruso observando sus uñas, pensando en que luego debería realizarles una limpieza — dice que es algo de suma importancia y como tú eres un atrae problemas quiere que vayas a su oficina para él mismo decirte que te alejes del problema— Estados Unidos solo ignoró todo después de; «USA, ONU quiere verte para felicitarte por ser único, especial, inteligente, bello, divino, precioso, hermoso, responsable, amable, respetuoso, bueno, deportista, escritor, homosexual, etc».

—Dile a ONU que iré en unos minutos— al final sonrió puesto que acababa de lograr abrir la lata.

— Iré, ah. Está prohibido beber dentro de las instalaciones.

A USA no le dió tiempo de responder, hasta eso el ruso ya se había ido.

Era el receso de la reunión, ONU les dió unos minutos a todos para que descansen después de tres horas ininterrumpidas de reunión, USA había estado toda la reunión nervioso por una llamada y decidió, después de la reunión, pedirle una lata a República Checa e irse a beber a escondidas, no tan escondidas.