Momentos al azar de la vida de: USA.
¿Estás buscando una historia ligera después de llorar por alguna otra o viendo qué puedes encontrar?
Ya que esto tiene lo que supongo que buscas, dale una oportunidad a mi hermosa estupidez hecha en la media noch...
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1er mes.
— Estoy... ¡Ah! — exclamó emocionada — ¡Ella dijo que es una extranjera, igual que yo e igualmente aceptó mi salida! — sonrió como solo ella sabía hacerlo — La habrías visto, estaba sonrojada y tan nerviosa, ella es muy dulce... Creo que no invitaré a nadie más porque con ella es suficiente. Perdí la apuesta, te pagaré mil después.
«Daría lo que fuera porque no sea suficiente»
Rusia la observó nervioso, obviamente ocultando sus, en su opinión, egoístas inquietudes. Ambos eran naciones de cientos de años de historia pero los temas del corazón eran tan desconocidos para Rusia que este sentimiento de ira e impotencia le llenaba las entrañas que dolía. Dolía más que mil agujas clavándose en su corazón, sin embargo, allí estaba, con cada palabra de la americana una aguja nueva se clavaba en su pobre y delicado corazón. Bueno, era su culpa después de todo, él le había retado y ella parecía genuinamente interesada.
Un pensamiento sobre una boda futura entre ambas mujeres llegó a su pensamiento y tuvo que reprimir un escalofrío. Si ellas se casaban, la humana podría vivir tanto tiempo como USA viva.
Quería llorar, quería gritarle pero nada salió de sus labios además de un “felicidades” que sonaba sincero para la estadounidense. Revolvió los cabellos rubios de la mujer imitando falso orgullo.
— ¡Oye! me costó mucho sacar este nuevo peinado, ¿sabes lo difícil que es trabajar con la plancha a las cinco de la mañana?— se quejó tratando de acomodarse otra vez su cabello y miraba a su contrario con una falsa molestia.
Rusia estaba feliz de tenerla a su lado.
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