Madara x Naruto (Yaoi)

[Capitulo 11]

Para un hombre conocido a lo largo de la prominencia de su vida como 'El ninja cabeza hueca más impredecible', fue atrapado completamente descentrado fue un poco de vergüenza. Aunque esa era de hecho la verdad del asunto. Como presunción, Naruto había visto a Madara como un hombre de mucho estoicismo y refinamiento, lo había tomado como un mero hecho. Habiendo sido muy consciente de sus parientes difuntos en más de una ocasión y presenciando similitudes. De hecho, incluso aquellos que clasificaron como amistades como Naori estaban bastante alejados de la confusión emocional o el romance.Eso fue, por supuesto, sin tener en cuenta que la guerrera como una mujer de privacidad y probablemente todo lo que se mostró había sido hecho para que Kou la presenciara y nadie más.

Así, el asunto del susto: Madara lo había llevado a un lago alejado del pueblo. Acompañado de armas y una tela pesada hecha bajo la idea preconcebida de que todas las áreas tienen un enemigo. Independientemente de su vestimenta rígida y su vista ocasional, su compañía parecía tranquila. Aunque no relajado, estaba tenso cuanto más lejos estaba el pueblo. Naruto no podía decidir si esto se debía a una posible emboscada o si, sin él, Madara sintió que su clan estaba en una posición débil contra la invasión. Aunque se encontró inclinándose hacia su espacio personal un poco más de lo que debería, la mano bronceada permaneció fija debajo de su haori, en lugar de desviarse como exigía el anhelo hacia el puño abierto al costado de Madara.

Si hubiera un atacante, no sería un asunto lento, probablemente se derramaría sangre antes de que sus ojos pudieran rastrear el movimiento. Tal vez su propio sentimiento de falsa serenidad se debía a quién caminaba junto a él. Un hombre de experiencia: esto no limitaba su propia habilidad, sin embargo, estaba muy claro quién llevaría la delantera en una confrontación. Su vida anterior había sido de paz y violencia despertada, esta vida ahora era un lugar de continua paranoia y derramamiento de sangre.

La pregunta llegó a él cuando se acercaron a un punto a mitad de camino. Si de hecho, su compañero estaba experimentando tanta ansiedad aquí, ¿por qué alejarlo tanto de la comodidad? Al los ojos para preguntar tuvo en cuenta la mirada perdida prolongada hacia el lago y su horizonte. "Madara-sama, ¿por qué me traes aquí?" Su boca había hablado por él, pero era tan suave en comparación con su comportamiento normal, tener un hombre con una personalidad tan tranquila, ahora comenzando con una mirada triste por algo intransigente que lo hizo apretar su dolor de estómago.

Recibió una sonrisa a su vez, aunque la emoción en su interior era difícil de entender, no falsa, al menos Naruto no lo sabía. Una mano fría presionó su mejilla y, sin pensarlo, la sujetó con la suya. Confundido ahora que le dio un suave beso en los labios, aunque no tuvo tiempo de responder antes de que Madara se apartara, girándose ahora para mirar el lago en toda su altura.

Uchiha se echó hacia atrás y comenzó a caminar hacia la orilla, Naruto inseguro siguió las manos que ahora se entrelazaban en un haori azul espeso. Se detuvo de arrepentirse, consciente de que sus ojos estaban observando a un patriarca grande, muy refinado y digno de un clan poderoso que se metía en aguas cristalinas. Nada que lo protegiera del frío del lago, la picadura del agua, ni la congelación que ganaría con esta aventura. Naruto se mordió la lengua porque quería reprender al hombre por hacer algo tan estúpido, ¡ni siquiera él en la gloria de la infancia hubiera sido tan tonto de perseguir! Para empeorar las cosas, y la mordedura en su lengua sangraba, Madara metió la mano en el agua, luchando por algo que solo él sabía que estaba allí.

El razonamiento detrás de este viaje, Naruto esperaba que la aventura hubiera valido la pena por la molestia que recibiría más tarde. Un comentario mordaz estaba ardiendo sobre él ahora, pero se enfrió al tomar en cuenta la sonrisa feliz que se asentó en el rostro de Madara, una de tranquilidad y alivio, a pesar del método, Naruto no se atrevió a decir su parte. ¿Qué había hecho que el hombre arriesgara tanto su salud?: una caja, llena de tantos sellos que Naruto difícilmente podía separar cada uno solo con la vista.