Capítulo 4

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Nunca había congeniado mucho con las mañanas. La madre de Mon solía decir que debía despertarla 2 o 3 veces para ir a la escuela porque siempre volvía a quedarse dormida cuando la dejaba en la habitación. Una vez incluso tuvo que lanzarle un vaso de agua, luego de eso la simple amenaza conseguía que se levantara de la cama en el primer intento.

Así que ahora estaba acostada ahí, los rayos del sol entrando por la ventana y golpeando su rostro. No tenía prisa alguna en abrir los ojos para saludarlo. Además, si los abría, se encontraría sola en la oscuridad de su habitación.

Sintió un movimiento detrás de ella cuando la pelinegra se giró, colocando un brazo sobre su cuerpo y acercándola al de ella. Lo primero con lo que su desnudez se topó fue con una erección mañanera. Sonriendo se frotó en ella, percibiendo cómo aquel miembro se alzaba, descansando cerca de su espalda baja.

Los recuerdos de la noche anterior le llegaron de golpe. No había estado tan ebria como para no recordar que se acostó con Sam. Las imágenes y sonidos, e incluso los olores de la noche anterior, provocaron que sonriera como el gato Cheshire, aunque la misma murió pronto al imaginarse la sonrisa arrogante de Nita por haber predicho que aquello pasaría.

"Mmm... Buenos días, preciosa" Sam murmuró contra su cabello postcoital/noche de sueño, sacándola de sus pensamientos.

'Incluso su voz rasposa de recién levantada era angelical'

"¿Cómo te estás sintiendo? Espero no haberte lastimado de ninguna forma" quiso asegurarse, sonando consternada.

Entrelazó sus dedos y los dirigió a uno de sus senos, acercándolos a los labios para besar su mano y luego soltarla. Se giró para mirar esos ojos profundos.

"Buenos días. No me lastimaste para nada, anoche fue mejor de lo que podría haber imaginado" se estiró para dejar un piquito en sus labios. Al alejarse vociferó los primeros pensamientos que tuvo al despertar. "La verdad tenía miedo de que anoche hubiera sido solo un sueño y estuviera sola en mi cama"

Ella se acercó más, pegando sus cuerpos por completo. "¿Se siente como si estuvieras sola?" preguntó, frotándole su erección contra el muslo.

Soltó un gemido, comenzando a mojarse al recordar lo duro y rápido que la había follado unas horas atrás.

Girándolas, se sentó a horcajadas sobre Sam, buscando entre sus cuerpos para sostener el miembro erecto que descansaba en su abdomen, bajándose sobre él. Estaba tan mojada que estaba siendo demasiado fácil el deslizarse a lo largo del tronco.

"Dios, Sam, ¿Cómo es posible que otra vez te desee luego de que me hubieras follado casi la noche entera?" siguió deslizando su coño sobre la erección, amando cómo la cabeza rozaba su clítoris.

Unas manos se deslizaron por sus muslos, descansando en sus caderas. Al mirar hacia abajo se encontró con que esos ojos oscuros estaban cerrados y su boca abierta, respirando pesadamente.

'Oh, las cosas que esa boca podía hacer' pensó para sí misma.

Se agachó para besar los carnosos labios, explorando con su lengua sin esperar a que le diera permiso. Sentándose sintió cómo el miembro empujaba cerca de su entrada, todo lo que necesitaba hacer era deslizarse hacia abajo y sería llenada de una forma deliciosa.

¡TOC, TOC, TOC!

"Dejen de follar y levántense, vamos a desayunar con las chicas y Kirk en 30 minutos. Por cierto, dense una ducha, no necesitamos que anden caminando por ahí con olor a sexo" Tee gritó a través de la puerta, riéndose mientras iba a su habitación, cerrando la puerta.

𝚅𝚎𝚛𝚍𝚊𝚍 𝚘 𝚁𝚎𝚝𝚘【+18】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora