capítulo 6

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Primer dia de convivencia con los gemelos probabilidades de que la casa explote es de 98%..quien diria que esos dos eran un dolor de cabeza.

Kotori que se negaba a levantarse a la hora correcta o que Dai no queria comer, o que ninguno de los dos quería bañarse y terminaba en Kunikida persiguiendolos por toda la casa y justamente estaba ahí batallando para que los gemelos se despertaran.

Kunikida llegó a la habitación de los dos (ya que dormían juntos), abrió las cortinas del cuarto y vio que kotori rápido se tapo la cara con las sábanas a modo de que no le diera la luz del sol.

-Ya es hora de levantarse —dijo en tono neutro.

-Cinco minutos más— somnolienta y restregandose uno de sus ojos— tengo sueño todavía —acomodandose en la cama.

-Y además es fin de semana —contesto Dai— mamá siempre nos deja dormir hasta tarde los sábados —sentandose en la cama— pero tengo hambre y después hay que hacer tarea..

-¿Tarea? —kotori asustada— bueno hay que terminarla¿no?.

-Pero primero tienen que comer —hablo el rubio.

Ambos niños asintieron con la cabeza y se levantaron ni siquiera se quitaron las pijamas o se lavaron la cara, solo por fastidiar al rubio, Kunikida tuvo que contar hasta 100 para que su paciencia no se acabará tan rápido en la mañana.

-¡Gracias por la comida! —dijieron ambos niños y grande fue su sorpresa al saber que era curry con cangrejo su platillo favorito— ¡esto está delicioso!

Después de comer ambos se fueron a lavar la cara y a cambiarse la pijama, kotori fue en busca del rubio para que la peinara.

-Señor ideales —le habla— ¿puedes peinarme? —le pregunto tímidamente como si sintiera vergüenza.

El rubio asintió con la cabeza para sujetar el peine y así empezar a cepillar el cabello de la niña.

-Ya está ¿Te hago una coleta o así lo dejaras suelto?

Kotori se sorprendió un poco con la pregunta, pensó que Kunikida sería alguien que tomaría las decisiones el y no dejaría que ninguno de los dos opinara pero ahí estaba el rubio preguntandole eso, no supo que contestar ya estaba entrando en pánico, muy en el fondo si quería que el rubio fuera su padre por qué en ocasiones así lo veía ella.

-Ya tranquila solo es una pregunta —trato de calmarla y se queda pensando un rato— ya se solo dime el número uno o el dos —kotori lo vio confundida— el uno será la coleta y el dos el cabello suelto.

Kotori estaba más relajada, de alguna manera se sentía cómoda con el rubio pero aún así nunca lo admitiría ella también tenía su orgullo (una Dazai tenía que ser), al contrario de Dai el si se llevaba bien con el rubio, bueno no le obedecía en todo pero trataba de hacerlo.

Kunikida sabía que si quería conquistar al castaño era primero ganarse el favor de los pequeños.

-Esto está difícil —con la tarea de matemáticas— no le entiendo nada a esto.

-No se a quien se le ocurrió la fantástica idea de crear las matemáticas.

-¿Y si le pedimos ayuda a Kunikida_san?.

-¿Al señor ideales?

-Si el es maestro de matemáticas —jugando con el lápiz.

-De acuerdo —se levanta de la silla y se fue a buscar al rubio— oye señor ideales ¿Nos puedes ayudar en algo?.

El rubio dejo de hacer lo que estaba haciendo y se agachó a la altura de la niña.

-¿En que?

-En una tarea de matemáticas —jugando con sus dedos— hay algunas cosas que no entendemos ¿Nos podrías explicar? Bueno si no quieres está bien.

-Vamos a ver en qué es —dijo para acompañar a los pequeños a la sala.

Horas más tarde

-Esto está delicioso —comiendo una merienda que el rubio les preparó.

-Gracias por esto —dijo kotori después de terminar su merienda— señor ideales ¿Seguro que tú amas a mi mamá?

A Kunikida lo tomo desprevenido esa pregunta pero decidió responder con la verdad.

-Al principio cuando recién lo conocí me pareció alguien molesto e infantil, pero en estos dos años y medio que llevo conociendolo, ahora tengo una nueva perspectiva de el, su actitud, su forma de ser me ha enamorado por completo de el.

Kotori se sorprendió por esa respuesta normalmente los alfas que le cortejaban a su mamá era más por la belleza de el que por su actitud o forma de ser.

-¿Y tú aceptas que si sales con el mi hermano y yo vamos incluído ahí mismo?

-Si, estoy dispuesto a cuidarlos a ti y a tu hermano como si fueran mis propios hijos.

-¿Y cuando tu y mamá tengan más hijos?

-Ustedes dos seguirán siendo los primeros y los voy a querer igual.

Al parecer el señor ideales no era tan fastidioso como ella creía.

-Te daré luz verde —despues de pensarlo un poco— pero no te confíes mucho no te la dejaré tan fácil ¿Estás dispuesto a aceptar este reto?

-Lo aceptaré.

Ambos rien ante eso y Dai solo observaba la situación con una sonrisa.

-Al parecer solo faltaría que te ganes el favor del tío Ango, del tío Chuuya y del abuelo morí.

Primer día de convivencia superado, faltan dos días todavía

Continuara....

En busca de tu amor (Kunikidazai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora