En un mundo devastado por un misterioso virus, la civilización se desmorona mientras los muertos regresan a la vida. Un variado grupo de supervivientes lucha por sobrevivir y encontrar un refugio seguro. En medio del caos, se revelan conflictos inte...
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—¿Segura que puedes hacerla? Si no le puedo pedir a Bangchan que te deje saltártela hoy. Además tú grupo es el de cinco personas.
—No, está bien, gracias. Me vendrá bien despejarme un poco. —asiento antes de salir con el resto.
Hoy nos toca revisar el patio... la zona más peligrosa del colegio 심칠 (Simchil)
Abrimos la puerta y comenzamos a revisar detenidamente el lugar.
Escucho un sonido, y agarro mi pistola apuntando hacia allí como reflejo. Espero unos instantes, y al no encontrar nada, sigo adelante sin darle demasiada importancia.
Seguimos caminando, hasta que Matthew se detiene de la nada.
—Aún nos queda mucho... —susurra en tono perezoso. — ¿Os parece si nos dividimos para tardar menos?? —sugiere dejando pensativos al resto.
—No creo q... —soy interrumpida por otra voz.
—Me parece bien —me interrumpe Sunwoo sonando complacido. —¿Os importa si voy con Sara? —me giro hacia él, buscando su mirada, sorprendida.
—¿Vale? —responde Soobin extrañado, sin saber qué decir.
¿A qué viene todo eso? Estoy apunto de preguntarle, cuando me viene a la mente la escena anterior en el baño...
Quizá querrá hablar de eso...
El simple hecho de imaginarmelo me llena de vergüenza.
Nos alejamos de los demás, y continuamos andando como si no hubiera pasado nada.
Siento alivio, hasta que en medio del silencio, empieza a hablarme y me doy por perdida al escuchar su tono.
—Sara... no quiero incomodarte, ni nada de eso —dice tímido, a pesar de su carácter normal —¿Estás bien?!... —le mira preocupado a los ojos y no sé qué responderle —Si no quieres hablar del tema no pasa nada...
—Pues... —trato de explicarle la situación, pero el simple hecho de recordarlo, hace que me vuelvan a salir lágrimas. —Y-yo... —esta vez, rondaban pequeñas lágrimas por mi rostro.
Me mira triste, y se acerca hacia a mí para proporcionarme un pequeño abrazo dulce y tierno. Intento calmarme, y gracias a sus caricias lo consigo.
—Siento ser así... —digo frustrada al entrecortarme —Es simplemente que...
—No pasa nada, no quiero forzarte... No te sientas mal por favor
—Te prometo que cuando esté lista te lo contaré...
—¿Promesa!? —asoma su dedo meñique mientras asoma una sonrisa de niño pequeño en su cara.
—Promesa —acerco mi dedo al suyo, y estrecho su meñique para acabar de hacer el pacto.
—Muy bien... Ahora sigamos revisando la zona —comenta haciéndome volver a la realidad
