Capítulo 12

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Abrí los ojos y vi el fuego subiendo por las paredes de madera, el humo sobre mi cabeza comenzaba a asfixiarme. Volteé a todos lados, pero no lograba ver a Grayson. Intentaba llamarlo, gritar su nombre, pero ningún sonido salía de mi boca.

Apenas y me puse de pie, los gritos de un hombre aparecieron. Me giraba en búsqueda del sonido, pero solo veía el fuego escarlata. Los gritos comenzaron a subir de volumen y mezclarse ahora con los gritos de una mujer, ¿eran los míos?

El calor se intensificaba al tiempo que las llamas se expandían encerrándome en una de las esquinas. Buscaba una salida, pero no lograba encontrar forma de escapar. Y las voces... esas voces que intensificaban su volumen gritando mi nombre. Cubrí mis oídos desesperada por hacerlas callar. Intentaba pedir ayuda, pero nadie venía a mi rescate, los gritos solo aumentaban, pedían ayuda como yo, gritaban mi nombre desesperados, pero no podía ayudarlos. No podía hacer nada.

Hasta que por fin mi voz tomo fuerza y pude gritar.

Desperté sobresaltada ahogando mi grito con una mano para evitar despertar a mi compañero. Me senté reclinando mi cabeza sobre la pared y comencé a contar mi agitada respiración en un intento de calmarme, uno, inhalé profundo y exhalé... solo había sido una pesadilla... dos, repetí la acción... pero esos gritos eran tan familiares... tres, una vez más... y el fuego... la primera lágrima cayó.

⸺¿Bel?⸺ al escuchar la voz todavía adormilada de Grayson limpié la única lágrima que había caído y me senté en el borde de la cama.

⸺Estoy bien, solo fue un mal sueño⸺ me apresuré a contestar poniéndome las botas.⸺ Saldré a tomar un poco de aire.

Sin darle oportunidad de responder, me puse de pie para salir de la habitación.

Crucé la salida deprisa hasta detenerme en la entrada consciente de que no podría irme muy lejos. Me dejé caer y recargué mi frente sobre las rodillas intentando relajarme un poco.

Escuché la puerta abrirse, y segundos después, Grayson estaba a mi lado extendiendo un suéter para que lo tomara.

⸺Hace frío aquí afuera.

Mientras me lo ponía, se sentó a mi lado, nuestros brazos apenas rosándose. Nos quedamos así un momento en silencio, ambos observando las estrellas apenas perceptibles entre las copas de los árboles.

⸺Esta casa pertenecía a mis padres.

Sentí su mirada al pronunciar aquellas palabras, no sé si había sido el sueño, o el hecho de que las voces comenzaban a distorsionarse, lo que me hizo continuar.

⸺De pequeña solíamos venir cada verano⸺ hice una pausa para tomar valor y continuar.⸺ Cuando tenía 11 mi padre murió, pero incluso después de eso, con mi madre seguíamos viniendo. Cuando ella murió no volví a esta casa, aunque quisiera no podía.⸺ Grayson no dijo nada, no quería que lo hiciera, su compañía me era suficiente.

Gotas de lluvia comenzaron a caer y solté un quejido.

⸺Oh vamos Bel, solo es agua⸺ comentó relajado extendiendo su mano para atrapar las gotas que caían del cielo.

⸺No sé si lo sepas, pero esta es la nación del fuego, no nos gusta la lluvia.

⸺Solo es una llovizna que, a diferencia de las fuertes lluvias del verano, solo está aquí para anunciar que pronto vendrá la nieve⸺ y que su tiempo para encontrar a la princesa se termine, pensé.

⸺Aun así, sigue siendo agua cayendo de un cielo nublado, aunque sea en menor cantidad.⸺ Grayson alejó su mano de la lluvia y volteó a verme unos momentos antes de hablar.

⸺Te enseñaré a ver lo bueno de la lluvia, incluso cuando esta oculte la luz, es una promesa.⸺ Levantó su meñique derecho y entrelazó el mío con el suyo antes de caer en un cómodo silencio.

Después de un tiempo, se puso de pie y estiró su mano hacia mí.

⸺Me quedaré un poco más.

⸺Claro, tómate el tiempo que necesites.

⸺¿Grayson?

⸺¿Bel? ⸺sonreí al escuchar el apodo al que ya me acostumbraba.

⸺Gracias. Por mantenernos a salvo hasta ahora.

⸺Tú también has hecho tu parte. Eso hace un buen equipo.

⸺Supongo que lo somos.

Me dedicó una cálida sonrisa antes de darme la espalda y desaparecer tras la puerta.

Las mangas del suéter negro de Grayson me quedaban lo suficientemente largas como para ocultar mis manos de la fría briza que provocaba la lluvia. Me recargué sobre el barandal de los escalones contemplando el agua caer, y así lo haría hasta que amaneciera. No quería dormir, no quería seguir viviendo esos sueños.

Al principio, aún si eran pesadillas, me obligaba a dormir para volver a escuchar sus voces, pero lentamente había olvidado el timbre de cada una de ellas, y no podía permitírmelo, no ahora que era la única que guardaba sus recuerdos.



Holaaa, estuve un poco desaparecida estas semanas, pero ya volveremos a actualizar esta historia y la de Puntos Suspensivos, que también pueden encontrarla en mi perfil. 

Que el sol les brille en su día como más les guste, nos vemos en la siguiente parte💜

Ciudades prohibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora