Capítulo 44

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Alannie

En lo que esperábamos a que los guardias, cansados después de una larga jornada, se metieran en sus aposentos, me dediqué a revisar mis heridas. Las que ya llevaban tiempo, prácticamente habían desaparecido, dejando una pequeña cicatriz de recuerdo. En cuanto a las provocadas en nuestra última pelea, la quemadura en la pierna lucía horrible, pero no molestaba, a diferencia de la cortada a mi costado, en la que aún llevaba los puntos que había logrado hacerme la noche anterior.

Grayson y Karan ayudaban a Aiden a quitar las tablas que le habían colocado en la rodilla para después hacer algunos estiramientos que había recomendado la sanadora.

Después de eso, solo nos quedó esperar en silencia a que el sol terminara de ocultarse para comenzar a prepararnos para huir.

El primero en salir fue Grayson, quien se llevó algunas cortadas y tirones por las espinas y tallos de las flores. Una vez que revisó el alrededor, indicó a Aiden que era su turno. Pasando primero sus piernas, se fue arrastrando hasta salir con la pierna lastimada sostenida por el príncipe del otro lado.

Una vez fuera, fue Aiden quien me dio la señal para continuar. No fue nada cómodo pasar entre el agujero que habíamos hecho, tuve que rasgar incluso partes de las prendas que se quedaban prendidas en alguna rama, y llegué a golpearme con el muro a los costados, pero al menos ya estaba fuera de esa celda.

Grayson se encontraba alejado pegado al muro en búsqueda de algún guardia antes de voltear y hacernos una señal para que Karan saliera, quien tardó un poco más que el resto, al ser el más alto y fornido de todos nosotros.

El jardín se encontraba un poco enlodado a causa de la lluvia, así que tendríamos que andar con cuidado para no caer.

A mi alrededor, no escuchaba ruido alguno, lo que era demasiado extraño, creí que al menos se escucharían los pasos de los guardias sobre el castillo, o algún guardia haciendo ronda, pero incluso la pequeña construcción de descanso, se encontraba en completo silencio.

⸺¿Dónde están los guardias? ⸺pregunté en voz baja.

⸺Quizá no los vemos o escuchamos por la altura⸺ sugirió Grayson.

⸺Me preocupa tanto silencio⸺ les hice saber al resto. ⸺La reina no puede ser tan confiada.

⸺En esta ciudad la aman⸺ intervino Karan. ⸺No tiene nada qué temer.

Su respuesta no me convenció. No podía ser así de simple el cruzar los muros del castillo.

⸺Concentrémonos en llegar, después haremos las preguntas ⸺me dijo Karan al notar la duda en mí.

Grayson se asomó un poco, y confirmó que no se veían guardias, ni siquiera sobre la torre. Y fuera de calmarme, me puso más nerviosa, pero Karan tenía razón, teníamos que seguir.

El príncipe volvió por Aiden, y fueron los primeros en emprender el camino hacia el muro.

⸺Ni siquiera hay un fuego encendido por aquí⸺ señalé mientras los veía alejarse a paso lento.

Karan tomó mi mano para que lo mirara.

⸺A mí también me parece que hay algo extraño, pero todo este viaje lo ha sido.

⸺Porque era un juego de la reina⸺ le recordé asustada.

⸺Pero esto no puede ser parte de su plan, ¿cómo sabría que nos quedaríamos con un cuchillo de la sanadora? ¿O por qué te dejaría salir si ha dejado en claro que quiere algo de ti? Sé que no te convence lo que digo, pero necesitamos continuar⸺ avisó al ver que Grayson y Aiden ya se ocultaban tras la construcción.

Ciudades prohibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora