Capítulo 9

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Grayson

Desperté en medio de la noche, Alannie no me había hablado, así que decidí ir a buscarla hasta encontrarla junto al rio.

Estaba sentada con sus piernas abrazadas al pecho, las ondas de su cabello eran acariciadas por el viento, y con su mirada en el cielo. parecía hablarles a las estrellas. No sabía nada sobre esta joven, ni siquiera estaba seguro de que confiaba en mí, pero algo dentro de mí me hacía confiar en ella, no me había dado razones para no hacerlo y seguía creyendo que podría ayudarme a completar mi misión, la pregunta ahora sería si ella estaría dispuesta a hacerlo. No habíamos hablado de qué haríamos al llegar, pero no creía que tenga planeado permanecer a mi lado, no tenía por qué, al menos que le interesara ayudarme a liberar no solo a Niriam, sino también a Beltania.

Comencé a caminar hacia ella, pero antes de llegar, se giró sobresaltada al escuchar mis pasos.

⸺Lo siento, no quería asustarte.

⸺No te preocupes⸺ respondió antes de volver su vista al frente.

⸺Veo que curaste tus heridas⸺ comenté acercándome más, a lo que ella se encogió de hombros.

⸺Te dije que lo haría.⸺ me dedicó un segundo de su atención antes de regresar su vista al río.⸺ Veo que ya puedes caminar.

⸺Sí, tus remedios deben ser muy buenos. ⸺Sonrió levemente.⸺ ¿Quieres irte a descansar? Te levantaré en cuanto salga el sol.

⸺De acuerdo⸺ se limitó a responder.

Bajó de la roca para caminar hasta perderse en el bosque.

No entendía los cambios de humor de la joven, eran tan repentinos. Un momento parecía que empezábamos a llevarnos bien y al otro se cerraba completamente. Tampoco es como que habláramos mucho, pero la tensión entre nosotros disminuía notablemente de vez en cuando. Aunque, así como se iba, volvía a llegar.

Aproveché ese momento para lavarme en el río, la herida estaba a punto de cicatrizar, nunca le diría a Bel que no fue gracias a sus remedios completamente, pero sí habían ayudado a que fuera más rápido y no gastara todas mis energías.

Terminé de meter la camisa azul en mis pantalones oscuros y me coloqué la capa que aún estaba húmeda debido a mi intento por eliminar las manchas de sangre y tierra, pero era lo que había.

Después de dar algunas vueltas por el perímetro, decidí sentarme donde había estado Alannie. El cielo comenzaba a pintarse de colores, tenía que ir a hablarle, pero quería ver el amanecer. Era algo que me gustaba hacer con mi madre, lo cual me ponía nostálgico. Y aunque me hubiera gustado quedarme ahí y dibujar para ella los colores del cielo sobre el verde del bosque reflejado en el agua, sabía que tenía que irme.

Una fría ráfaga de viento hizo que me abrazara a mí mismo mientras me dirigía a nuestro pequeño campamento. El viento solo era un recordatorio más de que se acababa el tiempo, y no tenía pensado regresar a casa sin nada.

Al llegar al campamento, Alannie terminaba de limpiar los rastros de nuestra presencia en aquel lugar.

⸺¿Lista para continuar?

⸺Vamos⸺ respondió lanzándome la alforja que había tomado de su casa.

Caminamos en silencio un tiempo mientras pensaba en cómo contarle mi historia, no sabía si lo mejor sería hacerlo sin previo aviso, o quizá ir contándole partes. Pero también debía pensar si le contaría todo, y si no era así, decidir qué debería omitir, al fin y al cabo, aún podían atraparnos.

⸺Ignas no está lejos⸺ comenzó a explicarme con la cabeza baja cuidando de no tropezarse con las ramas salidas de los árboles.⸺ Estaremos cerca de la capital esta noche si no nos detenemos a almorzar y así podremos descansar un poco, la seguridad ahí es mayor por obvias razones, pero si te soy honesta⸺ continuó mirándome a los ojos, lo que hizo que me detuviera.⸺ Ya no sé qué esperar, así que mantengámonos alerta en todo momento ¿de acuerdo?⸺ asentí y reanudamos la marcha.⸺ Ignas no es más grande que Dasilym y es más pequeña que Niman, así que no tendremos que entrar a la ciudad.

Ciudades prohibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora