NARRA GAVI
Gavi: Si Ferrán, ya te dije que el imbécil me dejó caliente, no puedo creerlo. ¡Sabes lo humillado que me sentí! - estaba hablando con Ferr por teléfono, él me había despertado para preguntarme como me fue y le explique todo y desde entonces no he salido de la habitación, no me lo quería encontrar, de solo pensar en lo de anoche me calentaba y enfadaba a la vez.
Ferrán: Si, lo sé pobrecito. - comentó riéndose y solo rodé los ojos tratando de evitar que se me saliera una sonrisa por su estruendosa risa. - pero al menos te follo, eso era lo que querías ¿No?.
Gavi: El maldito me dejó con ganas. Esto no se acaba aquí me las va a pagar, me voy a vengar, ya verás.
Ferrán: Lo puedes seducir y no dejar que te toque o lo que sea inventate algo, sabes que le atraes, si no, no se hubiera tomado el tiempo de follarte en la madrugada.
Gavi: Sí, lo sé y sabes, ya tengo una idea. Gracias Ferrán, bueno adiós te llamo después para contarte como me fue.
Ferrán: Te conozco, no me gusta esa vocecita. Cuidate Pedri -dijo riéndose - adiós Gavira - cortó la llamada.
Ví la hora y ví que eran las doce de la tarde del domingo, se supone que hoy llegan mis padres en la noche, eso me da tiempo para hacer una última jugada, me senté en mi cama y rápidamente me arrepentí de hacerlo - ¡Mierda! - me dolía todo el cuerpo. El puto de Pedri además de dejarme con ganas me dejó adolorido, aunque eso no niego que lo disfruté.
Bajé las escaleras encontrándome a Pedri viendo televisión, no traía camisa, estaba demasiado sexy, que me perdí en sus músculos, este hombre no podía estar mejor.
Gavi: Buenos días, Pedri. - me acerqué a él sin llegar a sentarme, no quería que viera mi cara de dolor por lo de anoche.
Pedri: Buenas tardes querrás decir, te levantaste tarde, seguro por llegar a esa hora. - me miró de una forma desaprobatoria. ¿Era mí idea o se hacia el que nada paso?, porque paso mucho y no dejaré que lo ignore.
Gavi: Tal vez hubiera despertado más temprano si alguien no me hubiera dado un castigo. - sonreí coquetamente, pero el ni me miró solo se quedó viendo la televisión, pero pude notar como se tensó al escuchar eso. - Pero ignorando eso, quiero saber más de tí... ¿tienes esposa? - no me pude abstener a preguntar eso.
Pedri: No tengo.
Gavi: ¿E hijos?.
Pedri: Tampoco - me estaba desesperando que respondiera con respuestas tan cortas. Era como si quisiera ignorarme.
Gavi: ¿Cuantos años tienes?.
Pedri: Veintiuno - pude notar como se puso incómodo al decirlo.
Gavi: Yo tengo diecinueve. - sabía que se culpaba por lo que hicimos, lo noté desde que entré a la habitación, además sumándole que ya no era menor de edad lo ponía peor, en cambio yo estaba tranquilo, no era la primera vez que me enrollaba con alguien mucho mayor.
Pedri: Lo sé, tu padre me lo dijo. - observe el tono arrepentido que tenía su voz.
Entonces sin acordarme que me dolía todo el cuerpo mas exactamente el trasero me senté a su lado y lance un quejido al hacerlo, me dolía demasiado. En el cuarto me había desnudado frente al espejo para ver como estaban mis nalgas y quedé sorprendido al ver algunas marcas que resaltaban a la vista por la irritación que tenían estas.
Él me miro y pude ver una pequeña sonrisa querer salir de él. Le gustaba verme así, sufriendo mientras que él si podía sentarse normal, idiota vamos a ver si después de unos minutos sigues igual de feliz.
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Niñero (Adaptación)
FanfictionEs difícil de entender, pero no sería capaz de desobedecer.