La victima.

36 4 7
                                    


La mañana estaba helada y Karlie aun tenía sueño, tomó las llaves del auto que le pasaron en el trabajo, es de color negro y muy sencillo, pero sirve para poder viajar cuando se requiera. Se subió al auto y comenzó a manejar con dirección al aeropuerto. Una vez allí pudo ver a su hermano esperándola con una maleta grande color azul marino. 

- ¡Karlie! hermanita, te extrañaba - sonrió el joven de cabello rubio. 

- Y yo a ti Caleb - Karlie le dio un abrazo.

- he llegado muy temprano, pero no habían más vuelos - Caleb cargó su maleta para ponerla en la cajuela del auto. 

- No te preocupes ¿quieres llegar a dormir o a comer? - preguntó Karlie cerrando el maletero.

- ¿la verdad? a comer, tengo hambre - sonrió Caleb mostrando sus dientes. 

Mientras Karlie conducía le comentó a su hermano en lo que estaba trabajando, el caso le pareció muy interesante a Caleb, pero la detective no quiso contarle detalles, omitió por completo la parte de Taylor. 

- entonces todavía no se sabe más... ¿crees que tu jefe  me admita para trabajar en el caso? 

- claro que no Caleb, no vas a trabajar conmigo, además no viniste a trabajar ¿o si? - Karlie le dirigió una mirada acusatoria. 

- No venia con ese propósito, pero debo admitir que estar retirado me aburre y quiero trabajar en algo. - admitió.

Una vez en casa ambos comieron y conversaron sobre lo que habían estado haciendo durante el tiempo que estuvieron separados. Caleb había estado descansando por una licencia que le obligaron a tomar, acudió a terapia e intentó salir con amigos. Karlie por otro lado, solo se centró en trabajar, ejercitarse, leer y beber vino.

El reloj marcaba las 08:15 am y Taylor se había levantado para preparar su desayuno y darle comida a sus gatas, no sabía que podía comer exactamente, pero se terminó decidiendo por unas tostadas y un latte. El teléfono celular comenzó a sonar y al contestarlo no podía escuchar nada del otro lado, solo silencio.

- Esto es extraño... - dijo Taylor en voz baja mientras esperaba que alguien conteste.

La llamada se cortó y entonces una gata pasó por las piernas de la ojiazul dejando rastro de su paso con pequeños pelos blancos. Nuevamente el celular comenzó a sonar y entonces al mirar la pantalla pudo notar que era un numero diferente al anterior, contestó y el silencio se hizo presente otra vez. 

- ¿Quién es? - Taylor rompió el silencio.

- Disfrutar del silencio es importante, puedes escuchar algo interesante - dijo una voz distorsionada que colgó en cuanto dijo la frase. 

Taylor quedó pensativa, intrigada e incluso le invadió una paranoia, se sentía observada y por alguna razón en peligro. No estaba segura de qué hacer, ¿Qué significaba lo que había dicho? decidió salir de casa y dirigirse a casa de Karlie con la esperanza de encontrarla. 

- ¡Taylor! - dijo Karlie asombrada al abrir la puerta.

- Karlie... vine porque ha ocurrido algo - Taylor la miró a los ojos - He recibido una llamada muy sospechosa - agregó.

- Pasa, cuéntame adentro -  Karlie la dejó pasar. - bien, dime que ha pasado - agregó una vez se sentaron en el sofá.

- Me estaba haciendo el desayuno cuando recibí una llamada, en ese momento no contestó nadie y colgaron, pero luego volvieron a llamar y una voz distorsionada me dijo que disfrutar del silencio es importante, porque podía escuchar algo interesante - Taylor miraba sus manos.

No body, no crime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora