Después de una cena deliciosa y llena de momentos especiales, Buck y Amelia continuaron su noche en medio de la lluvia que seguía cayendo suavemente. Con una sonrisa en el rostro, Buck guió a Amelia de regreso al auto y emprendieron un breve viaje que los llevó a su casa.
Cuando llegaron, Buck abrió la puerta principal y dejó que Amelia entrara primero. La casa estaba iluminada con una luz suave y acogedora, creando un ambiente íntimo y cálido.
"Esta es mi humilde morada", dijo Buck con una sonrisa mientras cerraba la puerta detrás de ellos.
Amelia miró a su alrededor, impresionada por la decoración acogedora y personal de la casa. Había fotos en las paredes, recuerdos de momentos compartidos con amigos y familiares. Amelia notó una guitarra en una esquina y algunos libros apilados en una mesita.
"Me gusta mucho tu casa, Buck. Se siente como un refugio", comentó Amelia, admirando la autenticidad del lugar.
Buck la miró con cariño. "Es el lugar donde descanso, donde puedo ser yo mismo. Y ahora, es un lugar donde tú eres bienvenida."
Después de un rato de conversación y risas en la sala de estar, Buck le mostró a Amelia el patio trasero. A pesar de la lluvia, la vista era encantadora, con el jardín y las luces colgantes creando un ambiente mágico.
"Me encanta pasar tiempo aquí, especialmente en noches tranquilas como esta", dijo Buck mientras observaba el paisaje.
Amelia asintió, sintiéndose agradecida por compartir estos momentos especiales con Buck. "Es un lugar hermoso, Buck. Puedo sentir la paz que emana de aquí."
Buck extendió la mano hacia Amelia. "Ven, déjame mostrarte algo."
Amelia tomó su mano y lo siguió mientras se dirigían hacia una pequeña área cubierta en el patio. Allí, debajo de una estructura protegida de la lluvia, Buck tenía un rincón con cojines y mantas.
"Es mi rincón de reflexión", explicó Buck mientras se sentaban juntos. "Me gusta venir aquí a pensar, a escribir o simplemente a disfrutar de la tranquilidad."
Amelia sonrió, sintiéndose agradecida por compartir un lugar tan personal con ella. Se acurrucaron juntos bajo las mantas, observando la lluvia caer suavemente mientras se mantenían calientes y cómodos.
"Buck, estoy muy agradecida por todo lo que has hecho por mí", dijo Amelia con voz suave.
Buck la abrazó con ternura. "Amelia, estaré aquí para ti siempre. Quiero ser tu apoyo, tu compañero y tu refugio, sin importar lo que enfrentemos."
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El amor que desafió el cancér
RomanceEl título "Un amor que enfrentó el cáncer" describe una historia centrada en un bombero que entabla una relación con una joven llamada Amelia, quien lucha contra el cáncer. La trama se desarrolla alrededor de cómo estos dos personajes se conocen y c...