Alguien cómo tú

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Anoche pensé mucho en ti y siendo sincera, esperaba que te atrevieras a enviar algún mensaje o que mi teléfono me alertara de una llamada tuya. Siento que no te entiendo y me generas incertidumbre, debo admitir que ese mensaje de tu amigo sí me movió mucho el suelo, no lo esperaba y se sintió extraño, se sintió de cierta manera esperanzador, pero te vi, cuando me dispuse a ir de camino a mi casa luego de trabajar, te vi.

Ibas en tu carro, estaba en un cruce y de copiloto iba una chica; debo admitir que en mucho tiempo no sentía celos y me sentí mal, porque independientemente de lo que sean, tú y yo no estamos juntos, llegamos al acuerdo de separarnos y tú eres libre de estar con quien gustes estar.

Quizá me equivoco, quizá ella solo es una amiga o incluso tu prima, pero por alguna razón, sentí celos, la ansiedad me empezó a consumir y mi suerte me dejó ver parte del trayecto que hicieron en el carro, me sentí como toda una acosadora, pero oye, transitaste por las mismas calles por las que me dirijo a casa todos los días, en los que de cierta manera espero que no haya cambios y no encontrarme con disturbios que me alteren la calma, pero creo que hoy fracasé, pero ¿por qué? Eso no depende mí, yo no controlo quiénes pasan y quiénes no por las mismas calles que yo...

Luego de eso, me costó trabajo estabilizarme, no había tenido un buen día, la universidad me está consumiendo y recién regresamos de vacaciones, tengo bastantes cosas que hacer y no me alcanzan ni el tiempo ni la energía, siento que necesito al menos cinco "yo" para cubrir todas las responsabilidades que tengo, soy un adulto independiente chiquito con muchas cosas que hacer y saber de ti, terminó por moverme la tierra.

Saber que eras tú el interesado en conocer cuál era mi postura en relación a si podía haber un regreso o no es algo que no esperaba que ocurriera en ese momento, pero pasó, traté de asimilarlo, pero me costó, había demasiado que procesar y no solo eso, el que te mantuvieras incrédulo a que podría responder el mensaje de tu amigo o que lo ignoraría solo me generó un tanto de gracia y más interés... 

Se supone que somos adultos ¿por qué mandar a tu amigo a preguntarme y no preguntarme de forma directa? Es lo que por ahora sigue resonando en mi mente...

¿Qué harás con esa información que te dio tu amigo? ¿Debo seguir esperando? ¿Llamarás? ¿O solo era una duda que querías aclarar? ¿Pero, para qué? ¿Con qué objetivo? ¿Había algún objetivo?

Sabes, la razón por la que comencé a hacer estos escritos radica en querer calmar los pensamientos que surgen, en poder detener un poco esa incertidumbre, ese miedo y la ansiedad que genera el reprimir emociones o evadir eventos que claramente nos arremolinan los sentimientos y el corazón, y nos dejan una sensación de malestar y pesadumbre, aunque nos empeñemos en decir que no nos afectó o no nos dolió.

Sí, tu nombre me trae paz con relación al pasado, pero en el presente sigue haciéndome temblar y sentir una curiosidad tan inasible e incontrolable que a veces dudo de que tan buena idea es saber de ti.

Me quita las ganas de conocer a alguien más y vivo comparando a cualquiera que ose coquetearme, contigo y la verdad es que todos me terminan pareciendo unos pendejos, sin gracia ni carisma, no son lindos y cuanto menos me resultan atractivos, sus detalles me parecen mediocres y termino pensando que, "si no puedo estar contigo, quiero estar con alguien como tú", aunque eso no creo que exista y tampoco creo que nadie llene esos estándares que dejaste y que mis amigos hicieron que se elevaran aún más y que me hicieran ser más exigente.

Todo lo que no te puedo decirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora