Mañana será otro día

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Aún siento esa ambivalencia que envuelve mi vida, aún siento el desánimo y la necesidad constante de que las cosas sean diferentes, pero al mismo tiempo me encuentro en un punto cómodo, pero no...

Desearía sentirme con la suficiente fuerza para poder discernir si el malestar puede o no desaparecer pronto, si esto lo puedo hacer sola o simplemente necesito pedir ayuda; estoy en un punto en donde siento que esta ambivalencia se encuentra consumiendo mi vida y la mayor parte de mi energía al punto de ya no poder hacer nada, es frustrante, es agobiante y no me deja más alternativa que pensar en alguna solución que genere más emociones placenteras que displacenteras...

Últimamente siento que estoy cargando con el peso de mis decisiones, esas que me llevaron a tomar acción, pero que ni siquiera pensé.

Me siento agobiada, no tiene mucho que mis emociones y mi vida comenzaron a cambiar de forma radical y no solo por tu ausencia, mucha gente se ha ido y mucha nueva a llegado a mi vida, todo parece ir más lento, pero el tiempo avanza cada vez más rápido.

He pasado varias noches sin dormir, pero no logro pensar en nada, solo es el insomnio y esa reserva de energía que antes guardaba, pero que ya no necesito guardar; me siento cansada y un tanto asustada, a veces no entiendo qué es lo que ocurre o porqué ocurre, otras el dolor de cabeza me recuerda que el motivo soy yo y las consecuencias son mías.

Otras no hay insomnio, puedo descansar sin resentir nada y levantarme con el mejor humor que puedo mostrar.

Últimamente todo se siente más intenso, últimamente rio más y lloro menos, pero cuando lloro, el sentimiento es muy intenso, últimamente estoy más pendiente de mí y de lo qué me ocurre a mí, algo que sentí que no podía hacer por cuidar de ti y de lo que te ocurría a ti...

Tu partida me sentó bien, dolió, pero era necesaria y siento que no soy la única que aprendió a redescubrirse, a conocerse, cuidar de si misma...

Estuvimos juntos por mucho tiempo y creo que eso fue lo que nos hizo daño, hoy muchas personas me han enseñado a pedir más y aceptar que merezco más, aprendí a aceptar lo intensa que soy y lo mucho que puedo dar y hacer, aprendí a no esperar menos que todo eso que puedo dar... y espero que aprendas a hacer lo mismo, no solo para los demás, sino para ti también.

 De los muertos aprendí a no dejar pasar ningún "te quiero"  así que te lo diré:

"Te quiero..."

Pero así como aprendí a decir "te quiero", también aprendí que:

"Todo estará bien, pero nada será igual"

Todo lo que no te puedo decirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora