xi.

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agustina's pov

estaba tratando de encontrar un vaso para prepararme el fernet, porque acá no había botellas para cortar, como que flashearon riqueza.

intenté tomar el vaso más lejos de la alacena, pero realmente estaba muy lejos para tomarlo.

aunque no soy tan petiza, esto era un reto para mi.

sentí que alguien lo tomó por mi, volteé mi mirada y vi a un pibe un toque castaño que me dió el vaso en mis manos.

—gracias..—agradecí intentando reconocerlo.

—fernando, podes decirme fer.—acompleta mi confusión.—y no es nada, tranqui.

—bueno..—murmuré sin saber qué mas decir. me puse a preparar mi fernet mientras sentía las miradas de fernando de vez en cuando.—¿necesitas algo?—me animé a preguntar.

—no, no.. o bueno, si.. no sé..

mi cara de confusión se hizo presente.

—¿si?, ¿no?.—repeti recordando las simples respuestas que me puede dar.

—pues.. es que yo, hace rato que te vi y..—intentaba encontrar las palabras, pero antes de que siguiera hablé yo.

—lo siento, no estoy interesada

—¿segura?, tipo, puedo...

—segura.—respondí.

—bien—mira a la puerta de la entrada para la cocina, mi estómago se revolvió y me dieron ganas de vomitar. ahí estaba matias, mirando cómo hablaba con fernando, no tenía ni idea de hace cuánto tiempo estaba allí, pero su cara me aterraba.

—no te vayas, fernando, quédate acá..—lo tomé de la mano para impedir que se vaya.

—no agus, no es cuándo vos quieras.—soltó mi agarré.

—¿cómo sabes mi nombre?—lo miré antes de que se fuera por la misma puerta donde se encontraba mi ex novio.

—¿quién no podría no saberlo, bonita?—habló matias recargando su codo en el marco de la puerta. sentí arqueadas aproximándose al escuchar su voz, el apodo con el que me llamaba mientras él me...

son malos recuerdos.

miré de reojo viendo si alguien se encontraba en la cocina aparte de él, pero no.

volví a mirar hacía él caminando hacía mi y vi cómo alguien más caminaba despacio detrás de matias sin que se percatara de eso.

noté quién era y no dudé en refugiarme en su nombre.

—¡iván!.—mencioné. sus ojos que me miraban, dirigieron su mirada ahora a el morocho. esté recordando lo qué pasaba con el pibe frente a mi, se acercó a mí sin decir ni una sola palabra.

—el otro día te vi con este, ¿quién se supone qué sos?.—lo mira con desprecio.

—y.. es obvio.—respondí mirándo al morocho a mi lado.

𝗧𝗔𝗠𝗔𝗚𝗢𝗧𝗖𝗛𝗜. spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora