la esposa de mi hermano

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Capítulo 1: El Deseo Oculto

Simons era un hombre aparentemente común, con una vida ordinaria y una rutina monótona. A simple vista, nadie podría adivinar los deseos ocultos que habitaban su mente. Simons tenía un hermano llamado Daniel, quien siempre había sido el centro de atención. Además de tener una personalidad carismática, Daniel tenía una esposa llamada Ashley, que era conocida por su impresionante belleza.

Aunque Simons nunca lo admitiría en voz alta, sintió una sutil envidia hacia su hermano. No podría evitar comparar a su esposa, Emily, con la deslumbrante belleza de Ashley de piel morena clara, con ojos grises, abdominales marcados, senos grandes y en general buenos atributos. Sin embargo, Simons sabía que sus sentimientos eran injustos y los mantuvo en secreto.

A medida que pasó el tiempo, Simons comenzó a sentir una necesidad imperiosa de estar más cerca de Ashley. Intentaba encontrar excusas para pasar tiempo a solas con ella, aprovechando cualquier oportunidad para interactuar en privado. Estos encuentros clandestinos eran peligrosos y llenos de tensión, pero también alimentaban su deseo y avivaban la llama de su envidia.

Simons se vio atrapado en una lucha interna. Por un lado, sentí culpa y remordimiento por sus pensamientos y deseos prohibidos, pero por otro lado, no podía evitar desear a Ashley con cada fibra de su ser. Sabía que debía controlarse y mantener una distancia segura, pero el anhelo seguía creciendo en su interior.

Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, Simons también reconocía que sus sentimientos eran egoístas y no podía conducir a nada bueno. Se esforzaba por recordar que Ashley era una mujer comprometida y que tenía la responsabilidad de respetar su relación con Daniel.

Aunque sus deseos eran fuertes, Simons se encontró en una lucha constante para controlar su envidia y canalizarla de una manera más saludable. Sabía que debía encontrar la paz en su propio corazón y aceptar la realidad de su situación.

Simons continuaba viviendo con su envidia en silencio, tratando de encontrar un equilibrio entre sus emociones y su deber de respetar la relación de Ashley y Daniel. La carga de su secreto era pesada, pero también reconocía que debía encontrar una salida para liberar su corazón de este deseo prohibido.

Simons se encontró en una situación peligrosa y moralmente complicada. Su deseo de hacer cosquillas a los pies de Ashley mientras ella dormía era un acto intrusivo y desleal hacia su hermano y su relación. A pesar de esto, su impulso se volvió tan abrumador que no pudo resistirse a la tentación en ese momento.

Una noche, mientras Simons estaba en casa de Daniel, demostró a Ashley profundamente dormida en el sofá. Sus pies descalzos sobresalían de la manta, y la idea de hacerle cosquillas se apoderó de él. Movido por el deseo y sin pensar en las consecuencias, se acercó cautelosamente y comenzó a deslizar sus dedos suavemente sobre las plantas de sus pies.

Simons no fue consciente de las consecuencias de sus acciones en ese momento. Siguió haciendo cosquillas a los pies de Ashley, disfrutando de su risa dormida. Sin embargo, justo en ese instante, Daniel entró en la sala y los encontró en esa situación comprometedora.

Daniel, lleno de ira y confusión, se enfrentó a Simons y le preguntó qué estaba haciendo. Simons, sintiéndose avergonzado y culpable, no pudo encontrar una respuesta válida. Intentó disculparse, explicando que simplemente había sido un impulso incontrolable, pero las palabras sonaron vacías y poco convincentes.

Ashley se despertó confundida y desconcertada por la situación. Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, se sintió traicionada y violada en su privacidad. Sentimientos de incomodidad y desconfianza hacia Simons comenzaron a arraigarse en su mente.

#1 El Diario del Fetichista (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora