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CAPITULO VEINTINUEVE

La brisa era fresca y el cielo era oscuro pues ya era de noche, la pareja recién casada iba llegando al lugar donde sería su luna de miel, el Hoshigaki había escogido un lugar donde las cosas eran muy caras pero de la mejor calidad pues quería que el Uchiha disfrutará la luna de miel, fueron 4 horas y media de viaje en carro y todavía les faltaba por llegar al hotel en el que se hospedarian toda una semana completa. El Hoshigaki iba mirando por la ventana y al ver que ya solo les faltaba llegar al hotel dirigió su mirada al Uchiha para darse cuenta que esté se había quedado dormido mirando por la ventana, el Hoshigaki sólo soltó unas pequeñas risitas mientras agarraba al Uchiha y lo acercaba a el acurrucando la cabeza de su esposo en su pecho, el Uchiha al sentir que estaba cerca del Hoshigaki lo abrazó por costumbre mientras seguía durmiendo.

Mi hermoso Uchiha.- musito el Hoshigaki mientras observaba dormir a su esposo y le acariciaba el cabello suavemente ayudándolo a relajarse más para que durmiera más tranquilo. Pasaron unas pocas horas y llegaron al hotel por lo cuál el Hoshigaki tuvo que despertar a su esposo temiendo que esté se despertará de mal humor por no dejarlo dormir.- Mi amor.. Despierta.- el Hoshigaki movía suavemente a su esposo el cuál sólo se giro hacía otro lado semi dormido.- Cinco minutos más.- musito el Uchiha mientras poco a poco caía de nuevo en un profundo sueño hasta que su esposo le insisto de nuevo.- Ita, vamos despierta.- el Hoshigaki le insistió a su esposo lo cuál al parecer lo hizo enojar.- Que cinco minutos!- el peli-negro grito asustando a su esposo el cuál sólo suspiro y lo cargó llevándolo al hotel mientras el Uchiha dormía.

El Hoshigaki se acercó a la recepción dónde lo atendieron diciéndole las habitaciones disponibles, el peli-azul escogió la habitación suite la cuál era la más costosa pero la mejor de todas, el Hoshigaki se subió al elevador cargando al Uchiha el cuál estaba en un muy profundo sueño.- Mi pequeño Ita..- el Hoshigaki sonrío levemente mientras cargaba a su esposo esperando a que el elevador llegará la piso más alto dónde estaba su habitación, al llegar a la habitación abrió la puerta cómo pudo y entró cerrando la puerta tras el de una suave pero precisa patada, entró al dormitorio y acostó con sumo cuidado al Uchiha en la cama para después salir del dormitorio y sentarse en uno de los sofás de la pequeña sala de estar que había ahí la cuál tenía la vista de toda la ciudad gracias a los grandes vidrios que había ahí.

El Hoshigaki ya tenía planeado a los lugares dónde irían cada día de su luna de miel así que sólo faltaba que el menor despertara para ir al primer lugar. Después de unas cuantas horas anocheció y el Uchiha comenzó a despertar notando que ya no estaban en el auto.- Mm... Ya llegamos..?- el menor estaba algo desorientado mirando a su al rededor observando cada detalle del lujoso dormitorio, después de unos minutos se levantó y caminó hacía la puerta abriendola y mirando todo, la sala de estar, las grandes ventanas dónde se podía ver todo la ciudad, el comedor, la decoración y por último la cocina dónde vio al Hoshigaki el cuál estaba tomando un vaso de agua mientras miraba en celular.

El mayor levantó la vista notando la presencia del Uchiha y al verlo sonrío.- ¿Cómo dormiste, mi amor?- el Uchiha miró a su esposo y se quedó callado unos segundos antes de contestar.- Bien.. ¿A que hora llegamos?- el Hoshigaki bebió un sorbo del agua mientras miraba a su esposo el cuál estaba algo confundido y somnoliento.- Hace unas horas.- el Uchiha se sorprendió un poco pues por estar dormido no se dio cuenta de cuándo llegaron.- ¿Y por que no me despertaste cuándo llegamos?- el Hoshigaki se quedó callado y soltó unas pequeñas risitas al recordar cuándo intento despertar al menor en el auto, el Uchiha solo miraba a su esposo sin entender nada esperando que su esposo le contestará la pregunta.

Pues, me dijiste que querías dormir cinco minutos más y esos cinco minutos se hicieron cinco horas.- el Hoshigaki volvió a soltar unas cuantas risitas mirando a su esposo el cuál camino hacía el y lo abrazo.- Lo siento.- el Uchiha miro al mayor haciendo un pequeño puchero algo gracioso y tierno mientras lo seguía abrazando, por otro lado al Hoshigaki le encantaba ver al menor hacer esos lindos pucheros.- No pasa nada, mi amor.- el mayor se inclinó un poco y le beso la frente al menor para después sonreírle.- Que te parece si nos cambiamos y preparamos para salir.- una gran sonrisa estaba en el rostro del mayor mientras el menor asentía con la cabeza y ambos iban a cambiarse para ir al primer lugar de los tantos lugares a los que irían.