Dia 7: Reencarnación

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Han pasado 100 años desde que el señor del crímen hizo de las suyas en Londres y que el gran detective lo detuviera dando años después del incidente su último aliento con el nombre de su amado Liam a quien apesar de todo siguió esperando.

100 años transcurrieron y aunque parecía imposible ese gran reencuentro sucedió, ninguno de los dos se conocía pero sintieron esa pequeña chispa familiar que los obligaba a reunirse e indagar en esos recuerdos confusos que aparecían en sus sueños o pesadillas llenas de fuego y dolor. Llegando a preguntarse incluso si es que la reencarnación existía pues había demasiadas coincidencias con ese pasado caótico del que hablaban las novelas de esa época y su presente.

Las almas afines por fin se habían reencontrado y ahora estaban listos para permanecer juntos.

En Londres cuatro jóvenes despertaron sobresaltados con una pesadilla que los había estado atormentando. Fuego, dolor, gritos y el como perdieron a su amor, uno encerrado de por vida en una torre mientras que el otro lanzándose de un puente.

William despertó asustado, era la quinta vez en la semana que tenía ese sueño en el que alguien le gritaba Liam entre un llanto desgarrador mientras observaba al caer que todo a su alrededor estaba lleno de fuego, siempre que se levantaba  después de este sueño tenía que lavarse la cara por la inmensidad de lágrimas que parecía haber derramado estando dormido_ esto es solo un sueño, no seas miedoso_ se decía aunque así lo que restará no podía seguir tranquilo, mucho menos porque el actual lugar donde vivía con su hermano era similar sino exacto al escenario de donde parecía caer, el puente de Londres no sé hallaba lejos, un escalofrío lo recorrió por completo al pensar en acercarse y observar hacía abajo.

–Hermano, si no te apresuras llegarás tarde_ le dijo tocando la puerta como de costumbre, William tenía la suerte de tener un hermano tan bueno.

–Ya voy Louis, no creas que olvidé que es mi turno de cocinar_ respondió abriendo la puerta dejando ver que el otro ya llevaba más tiempo despierto_ Espero que Albert llegué en estos días, le hacía ilusión tomarse esas vacaciones para estar fuera de su trabajo_ agrego bajando las escaleras con el otro desviando la atención de su persona_ tengo que dar algunas clases pero sin duda puedo hacer espacio para pasar el mayor tiempo con ustedes.

–Opino que ya te deben un descanso, dar clases a diario no es nada sencillo y menos con tu segundo hobbie como consultor_ respondió Louis_ siento que te estas sobreexigiendo para no dormir tanto... De casualidad ¿También tienes pesadillas?

–¿También? ¿Que clase de sueño es el tuyo?_ pregunto William, no era creyente de las coincidencias pero era raro.

–Uh, no es nada realmente importante, puede esperar a que vuelvas en la tarde. No me perdonaría que te fueras sin almorzar_ para el mayor era claro que no quería hablar del tema así que no presionó total si era verdad lo del más tarde solo tenía que esperar.

–Muy bien entonces, nos vemos más tarde y procura no exigirte tampoco_ le dijo después de comer, acostumbraban el silencio_ Lo digo en serio, no se qué haría si un día me faltaras_ agrego aunque era normal siempre lo decía con el sentimiento presente el miedo de perderlo y la fe de siempre estar juntos.

William llegaría con tiempo de sobra así que su paso era calmado, observando la constitución de las aulas. Podía decir que era fanático de medir mentalmente las cosas pero este día algo lo interrumpió, vió por el rabillo del ojo una silueta de color azul, más bien un traje de ese color pero cuando se dió la vuelta no logro dar con el.

«Solo es un estudiante» se dijo aunque no se pudo quitar la sensación de haberlo visto antes, si hubiera visto el rostro le sería más fácil dar con el en sus recuerdos porque si de algo estaba seguro era que fue un hombre por la forma de la silueta.

Yuumoriweek 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora