─ Hemos pasado los últimos tres años negociando un nuevo trato con el gobierno de su majestad.─ Su madre ha seguido con la reprimenda al menos durante una hora, para ese punto de la tarde el trasero le duelo lo suficiente para sobarlo disimuladamente. En cambio Alex sigue explicando porque todo es culpa del príncipe Henry.─ Miles de horas, galones de té.
Zahra no ayuda mucho con sus aportaciones, la mano derecha de su madre parece estar a punto de perforarles el cráneo de lo mal que los ve. De verdad, Marie está preparada para abrazarse a las piernas de su madre y rogar perdón.
El resto de la conversación es un borrón para el cerebro de la segunda hija, ella solo se desploma en la incomoda silla y se pregunta qué tanto puede dañar todo el asunto la campaña de su madre. Ella vuelve en si cuando escucha "reparación de daños". Definitivamente no.
Apenas la presidenta sale de la oficina, un almohadón cae en su rostro, ella tambalea y cae sobre la alfombra.
─¡Corre Alex! Aún tienes tiempo de salvarte...
Al final Zahra lo alcanza y en pocas horas están repasando la información de los príncipes en el jet privado de su progenitora. Algo poco divertido para un fin de semana.
─Alex, en serio deberías dejar de insistir, el principe es más alto que tú. Apenas llegas al metro setenta y ocho.
─ Estoy dentro de la media.
─ Depende de que media hablemos, porque no eres la media en el caso del principe Henry.─ Agrega Amy y Marie no puede evitar reír, golpeando su puño con el de la mujer. Amy ha sido una amiga desde que su madre asumió el puesto de presidenta, cuidando de sus hermanos y de ella con su propia vida en juego.
─¿Además quién le pone David a su perro?
─ Sabes que tengo un shih tzu llamado Jonathan.
Alex se ríe, mostrando sus perfectamente alineados dientes, eso le parece encantador a muchas chicas pero no en esté caso. Ahora mismo Amy y Marie solo desean golpearlo.
─ Y pienso que es raro.
─ Estás hablando de su hijo perruno ─ habla Marie, uniéndose a la conversación aburrida de esos dos. Alex la observa como si fuera una traicionera─. Por cierto, muéstranos algunas fotos.
Y de esa forma el resto del viaje transcurre, Amy se dedica a mostrar fotos de su lindo shih tzu y Alex documenta todo con su teléfono, enfocando incluso el rostro de su hermana en primer plano.
─ Aleja eso de mí que se verá mi barrito.
─¿Si sabes que estoy en vivo? ─Alex corre apenas dice eso, sosteniendo el teléfono junto a su rostro con una sonrisa. Los comentarios del live llueven en carcajadas mientras Marie corre con su tacón en mano para arrojarlo a su hermano.
─¡Apaga esa mierda, Alexander Gabriel Claremont-Diaz ─Marie grita en un español perfecto, lanzando su tacon de tal forma que consigue golpear a su hermano con él.
De camino al castillo, Alex observa con aburrimiento la ventanilla del coche, Marie en cambio busca alguna foto de su viaje para subir a Instagram y es entonces cuando descubre una notificación particularmente extraña. El perfíl de Instagram de la princesa Beatrice ha comenzado a seguirla, de seguro fue algún movimiento acordado por la Casa Blanca y el palacio, de eso se obliga a convencerse.
─¿Crees que tendremos tiempo para ir de turistas por ahí?
Alex suspira, su cuerpo se apoya sobre el de su hermana y ella le acaricia el cabello con la mano libre, observando en su teléfono las diversas fotos de la princesa.
─Pense que era obvio que eso no iba a suceder, además tú irás con la princesa y yo con el egocéntrico de Henry.
─Te juro que intercambiaria de lugar contigo sin dudar, el príncipe se ve como alguien amable y educado. Su hermana en cambio es un gato sin domesticar a punto de lanzarse a mi cuello.
El pelinegro sonríe ante la idea de un felino pelirrojo con las garras clavadas en el trasero de su hermana, definitivamente podrá sobrevivir el resto del día gracias a la imagen mental que ha formado.
─ Solo son dos blancuchos británicos, podemos con ellos ─y Alex no podría estar más equivocado.
Las siguiente media hora ha sido una tortura para los hermanos Claremont-Diaz. Alex solo sabe intercambiar palabras sarcásticas con Henry. En cambio Marie no ha tenido resultado positivo, ni siquiera un "pudrete".
Beatrice se mantiene a una distancia justa, mostrando su sonrisa perfecta y su cutis cuidado, ¿las diferencias entre ellas son tan obvias? Claro, Marie viene de la clase trabajadora, su primer empleo fue lanzar periódicos a las seis de la mañana en una bicicleta ponchada. En cambio Bea solo sabe beber té y fingir sonrisas, ¿no?
Luego de estar una hora entera caminando por los jardines de un orfanato, uno de los lugares que Percy ha creado, un amigo de Bea y Henry. Marie decide que fue suficiente de seguir a la realeza.
En contra de las reglas, decide alejarse de la princesa cuando ve a un pequeño jugando con una espada de cartón; el niño sonríe triunfante mientras se proclama un héroe. Bajo él descansa un oso de felpa, presuntamente asesinado, justo a su lado hay otro niño que sostiene su mano libre.
─¿Puedo preguntar a qué juegan?─ La estadounidense se acerca con curiosidad y ambos pequeños le sonríen de forma amistosa.
─ Soy un héroe y he rescatado al príncipe.
De alguna forma esa respuesta tan simple y libre de maldad, le rompe el corazón. Si los niños pueden comprender y tomarlo de forma natural, ¿por qué los adultos deben debatir y odiarse por ello?
Sin saber que responder, Marie pregunta si puede unirse al juego y en tan solo unos segundos, ella se ha convertido en la bruja que secuestra al príncipe. Siendo perseguida por un héroe audaz, con su espada de oro y plata.Por su mente no estaba la posibilidad de divertirse, pero cuando Bea aparece en su campo visual, ella no puede evitarlo. ─ Oh joven héroe, sepa usted que la bruja de cabellos rojos también es mi cómplice y que juntas dominaremos el reino.
Entonces el pequeño con su espada corre detrás de la princesa Beatrice, para sorpresa de la castaña la princesa les sigue el juego, corriendo mientras toma al pequeño príncipe en brazos para "raptarlo" del héroe.
─ No sabía que también eras buena para los juegos.─ Su voz está rota por haber corrido tanto tiempo, los niños las han abandonado cuando las encargadas del lugar los llaman a comer, dándoles a las chicas un descanso.
─ Hay muchas cosas que no sabes sobre mí ─la joven afirma mientras recoge su cabello en un moño desordenado y Marie se pierde un poco en la curvatura de su pálido cuello─. Pero si me vuelves a llamar bruja, te juro que te aniquilare.
─Supongo que para eso deberás asistir a la fiesta de Alex, ya sabes, esa de la cual ni tú ni el principe Henry pueden escapar ─Marie le sonríe al ver como se ha quedado sin respuestas─. Te veré ahí, no faltes, princesa.
Con una sonrisa triunfante y la cara de desagrado de Beatrice, Marie sube al auto que le ha sido designado, regresando por fin a los Estados Unidos. Lamenta mucho que Alex deba quedarse todo el fin de semana, de todas formas la culpa era suya por generar un alboroto más grande que el suyo.
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.¡Hola! ¿Qué tal están?
Al final estoy bastante rápida para las actualizaciones, espero que lo disfruten porque no sé cuánto me va a durar.
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MISS AMERICANA & THE HEARTBREAK PRINCESS red white and royal blue
Fanfiction──── pero solo quiero a alguien que me ame, necesito a alguien que me necesite. 𝒐𝒐. donde marie ha perdido la fe en el amor luego del divorcio de sus padres, encerrandose en el trabajo. 𝒐𝒐. donde bea lleva años secretamente enamorada de la segun...